Cuando pelamos una fruta, solemos deshacernos de la cáscara sin pensarlo, pero muchas de ellas no solo son comestibles, sino que también están llenas de nutrientes beneficiosos. Aquí te presentamos cuatro cáscaras de frutas que puedes incluir en tu dieta y que probablemente no sabías que podías comer.

4 cáscaras de frutas que se pueden comer

Cáscara del plátano

Aunque en muchas culturas la piel de plátano no se consume, es perfectamente comestible y está repleta de fibra, potasio y antioxidantes. Además, contiene triptófano, un compuesto que ayuda a mejorar el estado de ánimo y el sueño. Antes de comerla, asegúrate de lavarla bien y preferiblemente elige plátanos orgánicos para evitar residuos de pesticidas. Puedes incorporarla en batidos o hervirla para ablandarla y usarla como ingrediente en postres o recetas veganas.

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Cáscara de plátano / Foto: Unsplash

Cáscara de la manzana

La piel de la manzana es probablemente más conocida, pero aun así muchas personas la eliminan por costumbre o textura. Lo que quizás no saben es que contiene gran parte de la fibra de la fruta y una dosis importante de antioxidantes, como la quercetina, que ayuda a combatir la inflamación y fortalecer el sistema inmunológico. Consumir la manzana con piel también mejora la saciedad, lo que la convierte en un excelente snack para quienes buscan controlar su peso.

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Cáscara de manzana / Foto: Unsplash

Cáscara de kiwi

La cáscara de kiwi, aunque puede parecer áspera y poco apetecible, es comestible y muy nutritiva. Está cargada de vitamina C, fibra y antioxidantes. De hecho, comer el kiwi entero, incluida la cáscara, aumenta su aporte de fibra en un 50%. Para quienes no disfrutan de su textura, una solución sencilla es lavarla bien y frotarla suavemente para eliminar parte de los pelos, o utilizar variedades de kiwi de piel más suave, como el kiwi dorado.

Cáscara de sandía

Aunque solemos consumir solo la pulpa roja, la cáscara de sandía es también comestible y sorprendentemente saludable. Contiene citrulina, un aminoácido que favorece la circulación sanguínea y mejora el rendimiento físico. Además, aporta fibra y vitaminas. Puedes utilizarla para hacer encurtidos, smoothies o incluso saltearla como verdura en recetas creativas.

Aprovechar las cáscaras de las frutas

Consumir las cáscaras de frutas no solo es beneficioso para tu salud, sino también para el medio ambiente. Reducir el desperdicio alimentario es una forma de contribuir a la sostenibilidad, y al aprovechar todo lo que la fruta tiene para ofrecer, obtendrás más nutrientes y más valor por tu dinero. Así que la próxima vez que peles una fruta, piensa dos veces antes de desechar la cáscara. Puede que te estés perdiendo un auténtico superalimento.