Según un estudio elaborado por Quota Research para el Centro de Información Café y Salud, al 86% de los catalanes les gusta mucho o bastante el café y 9 de cada 10 personas lo beben habitualmente. El desayuno es el momento clave y son muchísimas las personas las que aseguran que hasta que no se toman un café no pueden hacer nada (más aún si esa actividad requiere pensar). Además de ese poder activador, el café tiene otros muchos beneficios que son interesantes para la salud.
Los beneficios del café para la salud
El primero es que un potente antioxidante, especialmente rico en polifenoles, que actúan contra los radicales libres que provocan el envejecimiento prematuro de los tejidos. También se ha demostrado que su consumo previene enfermedades como la diabetes tipo II, así como otras neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Eso sí, para que ese efecto beneficioso no se dé la vuelta y se convierta en algo peligroso, hay que vigilar tanto la cantidad que se toma como el cuándo. Por eso, vamos a repasar los cuatro momentos del día en los que es mejor decir 'no' a una taza de café.
Decir 'no' al café
Después de las seis de la tarde. Esta es la hora que fijó el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos tras estudiar cuánto tiempo ejerce la cafeína efecto en nuestro organismo y también cuándo es el punto máximo. Este se determinó en una hora después de terminar la bebida, mientras que sus efectos pueden durar unas cuatro horas, aproximadamente. Por eso, si lo tomamos después de las seis de la tarde, ya sabemos que a la hora de dormir todavía estaremos bajo los efectos de la cafeína y esto dificulta mucho el descanso.
Justo después de tomar una taza. El ir enlazando cafés es mala idea a cualquier hora del día. Los efectos de la cafeína no son inmediatos (aunque sintamos que nos despertamos con el primer sorbo de la mañana). La cafeína necesita unos 20 minutos para empezar a activar el organismo. Por eso, cuando te tomas una taza unos minutos después de la primera, todavía no has notado nada y, unos 40 minutos después, te llegarán los efectos multiplicados por dos.
Cuando te has tomado tres tazas ese día. La cuarta siempre sobra. Y así lo dice la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), quien no aconseja superar los 200 mg al día, lo que equivale a tres tazas. Los efectos de esta “sobredosis” dependen de cada persona y de lo habituados que estén para tomar café, pero a corto o a largo plazo, siempre tendrá efectos negativos.
En ayunas. A pesar de ser lo que la mayoría de las personas hacen al empezar el día, no es muy saludable. El café es un alimento muy ácido y puede dañar al estómago, sobre todo a las personas que sufren acidez, reflujo o problemas digestivos. Lo ideal es consumirlo acompañado de otros productos para minimizar estos riesgos. Un último consejo, si estás pensando cambiar el café por el té en muchos momentos del día, no olvides que el té contiene teína, que también activa el organismo y te puede ocasionar los mismos problemas de nerviosismo.