Uno de los propósitos más repetidos con la llegada del nuevo año es perder peso. Tras los excesos navideños, muchos se proponen seguir una dieta para recuperar la figura, pero rápidamente se enfrentan a un problema: las dietas suelen ser aburridas, difíciles de mantener y, en muchas ocasiones, no dan los resultados esperados, algo que termina generando mucha frustración y, en muchos casos, el temido efecto rebote. La clave de una dieta exitosa no está en pasar hambre ni en eliminar todo lo que nos gusta, sino en aprender a elegir los alimentos adecuados. Aquí es donde entran en juego los llamados "alimentos cero" o, más correctamente, aquellos que aportan tan pocas calorías que se convierten en grandes aliados para controlar el peso.
Los 5 alimentos con casi 0 calorías
La lista de alimentos con un aporte casi cero es más extensa de lo que puedas creer. De entre todos, el nutricionista conocido como @transformatelavida en redes sociales, ha destacado cinco. Una cuenta con más de trescientos mil seguidores en la que encontrarás consejos para perder peso y recuperar tu figura y también esta lista de productos que no deben faltar en tus menús en este nuevo año. Estos alimentos no solo son ligeros, también son saciantes y versátiles, por lo que pueden conseguir que cualquier menú sea más apetecible sin preocuparse por el exceso de calorías. Y lo mejor de todo: seguro que ya los tienes en tu nevera, ya que son 100% parte de la tan estudiada y elogiada dieta mediterránea. ¡Apunta!
Pepino
El primero de los alimentos recomendados es el pepino, que solo aporta 15 kcal por cada 100 gramos de producto. El experto recomienda tomarlo en ensaladas o como crudités junto a un poco de zanahoria, por ejemplo. Compuesto en un 95% por agua, es perfecto para mantenernos hidratados mientras disfrutamos de su sabor fresco y ligero. Además de ser bajísimo en calorías, es rico en fibra, lo que lo convierte en un aliado para mejorar la digestión y favorecer el tránsito intestinal. Pero sus beneficios no terminan ahí. El pepino es rico flavonol, un antioxidante que ayuda a la conexión neuronal, y en vitaminas del grupo B, que ayudan a controlar el estrés y sus efectos nocivos.
Lechuga
Con aproximadamente 17 calorías por cada 100 gramos, esta hortaliza tiene fama de aburrida, de insulsa y se relaciona con las dietas más estrictas y odiadas. Lejos de este sambenito que se le ha colgado, la lechuga tiene mucho que ofrecer siempre que elijamos la adecuada, la comamos en su momento óptimo y cambiemos de variedad para no caer en el aburrimiento. Al igual que el pepino, destaca por su aporte de fibra y también aporta pequeñas cantidades de vitaminas, como la A y la K, que contribuyen a la salud de los huesos y la piel, así como antioxidantes que protegen nuestras células. Versátil y fácil de combinar, la lechuga, ya sea iceberg o cogollos, siempre es buena compañera.
Tomate
Un básico de la dieta mediterránea y uno de esos alimentos que gustan siempre. El tomate tan solo suma 20 calorías por cada 100 gramos, que es lo que puede pesar un tomate mediano. Además de por su sabor (sobre todo si se invierte en uno bueno) el tomate estaca por su alto contenido en licopeno, un potente antioxidante que ayuda a proteger las células del daño oxidativo y se asocia con beneficios para la salud cardiovascular. También es una fuente natural de vitamina C, que refuerza el sistema inmunológico, y de potasio, que contribuye a regular la presión arterial. Compuesto en su mayoría por agua, el tomate también es hidratante y ligero, ideal para consumir solo, en ensaladas, en sopas o como guarnición de cualquier proteína.
Sandía
Es una de las frutas más esperadas cada verano y, aunque quedan unos meses para que lleguen a los mercados, es conveniente apuntarla en la lista para recordarnos que no todo lo bueno engorda. Gracias a su alto contenido en agua solo aporta 30 kcal/100 gramos, es tremendamente hidratante y también saciante por lo que ayuda a que no tengamos hambre a los pocos minutos (como sí ocurre con los azúcares simples y los ultraprocesados). La sandía contiene licopeno, un antioxidante que contribuye a la salud del corazón y ayuda a combatir los radicales libres. También es rica en vitamina C y aporta pequeñas cantidades de potasio, favoreciendo el buen funcionamiento del sistema inmunológico y la regulación de la presión arterial.
Pasta Konjac
Terminamos la lista con un producto algo más exótico y menos conocido, aunque, por su aporte calórico, 9 kcal por cada 100 gramos de producto, merece la pena ir aprendiéndonos su nombre. Se trata de unos fideos que proceden de un tubérculo asiático, muy ricos en fibra. Además, sus ingredientes ayudan a controlar el colesterol y algunos problemas derivados de pieles sensibles. Son muy típicos en la cocina japonesa y suelen consumirse en sopas o salteados.