Que se haya hecho toda la vida no quiere decir que esté bien. Esto lo podemos aplicar a multitud de aspectos del día a día, incluido el menú más típico y clásico que solemos preparar para ir de pícnic. Y no importa si hablamos de una comida en la playa o en el campo, los peligros a los que nos enfrentamos al elegir ciertos productos son reales y altos. Y es que las bacterias son como nosotros, les gusta el buen tiempo. Estos organismos responsables de varias enfermedades se reproducen a un mayor ritmo a temperaturas altas.

Así pues, una cesta de pícnic se puede convertir en un nido de bacterias a las pocas horas de salir de casa. Así, para que una comida fuera no se convierta en una pesadilla para toda la familia o grupo de amigos, hay que tomar algunas precauciones entre las que entra el descartar estos alimentos.

5 alimentos para no llevar nunca de pícnic

Tortilla

Parece que no hay pícnic sin tortilla de patatas y que la única discusión posible es si es con o sin cebolla. Pero lo cierto es que una tortilla, sobre todo poco hecha, es el caldo de cultivo perfecto para las bacterias. Y esto se puede ampliar a todas las preparaciones que tengan huevo, uno de los alimentos más completos y versátiles, pero también más peligrosos si se conservan mal.

No hay que llevar tortilla de patatas de pícnic / Foto: Pixabay

Ensaladilla rusa

En parte porque lleva huevo. Cocido es algo más estable, pero el hecho de que añadimos crudo en la mayonesa es una bomba cuando lo dejamos unos minutos a temperatura ambiente. Y este hecho ocurre con todas las salas, productos que no toleran bien el calor.

Hamburguesas

Se trata de otro de los productos clásicos para esos días fuera de casa y, de nuevo, estamos ante una malísima idea. Sobre todo, cuando no están cocinadas por completo. La carne picada es uno de los lugares en los que las bacterias más a gusto se encuentran. Y si a eso le añadimos el calor ambiente, podemos enfrentarnos a una intoxicación que nos deje varios días KO o incluso nos lleve al hospital. Los clásicos filetes empanados bien cocinados y sin huevo son una opción muchísimo más segura.

Las hamburguesas, una malísima idea / Foto: Pixabay

Yogures

Yogures o cualquier postre lácteo como las natillas o un batido abierto. Todos estos productos tienen que mantener una correcta cadena de frío para conservar sus propiedades y ser seguros. Una vez que se rompe esa cadena, el alimento empieza a descomponerse. En este caso sí que podemos ver señales como que el envase se hincha o que hay más suero de la cuenta.

Jamón York

Cualquier carne cocinada que esté fuera de la nevera durante más de dos horas puede considerarse peligrosa. Y esto vale para el jamón tipo York o el pavo cocido, a pesar de que tenga conservantes. Por eso, a la hora de elegir qué meter en el sándwich es mejor apostar por embutido secos y curados, que soportan mejor el estar fuera del frío.

Es mejor apostar por embutido secos y curados / Foto: Pixabay

Sí a estos alimentos para un pícnic

No es tan común, pero debería ponerse de moda el abusar de latas en conserva. Lo mismo para las ensaladas que encontramos en botes de cristal y que podemos aliñar justo antes de comer. También los embutidos curados y las piezas de fruta enteras, sin partir ni pelar. Siempre que se pueda, hay que llevarlo todo en neveras portátiles. ¡Y no olvides protector solar!