Las comidas de Navidad, desde la cena del día 24 hasta la comida de reyes, son el momento del año en qué más comida consumimos. Muchas comidas muy abundantes que pueden hacernos pasar una mala jugada en la barriga. Para poder disfrutar de estas comidas y no tener que sufrir por la indigestión, te traemos 5 consejos que tienes que seguir este año para tener unas fiestas de Navidad tranquilas.

5 consejos para evitar la indigestión

La mejor manera de no tener dolor de barriga siempre es comer con sentido común y no exceder los límites. Comer con calma y de manera moderada es importante para evitar pasarse las fiestas en el lavabo.

1. No llegar con hambre

Como las comidas de Navidad son muy contundentes, uno de los errores más comunes es saltarse las comidas previas para guardar espacio en el estómago. Pero esta práctica no ayuda a digerir mejor la comida. No nos tenemos que saltar ninguna comida. Suprimir comidas para hacer otras más abundantes después no funciona, es mejor hacer todas las comidas y moderar el consumo por Navidad.

Escudilla mezclada del restaurante Bulla / Foto: Rosa Molinero Trias
Escudella del restaurante Bulla / Foto: Rosa Molinero Trias

2. Vigilar las proporciones

Medio plato lleno de verduras y un poco de fruta, un cuarto con hidratos de carbono saludables (integrales) y el último cuarto con proteína de calidad (pescado, aves de corral, legumbre, fruta seca). Esta es la proporción recomendada que se tendría que seguir siempre para que la comida sea tan equilibrada como sea posible. Siempre tiene que haber una parte de vegetales, como ensaladas, cremas, brochetas o timbales de verduras. Una proporción que también se tiene que tener en cuenta por Navidad.

Puedes echar siesta, por descontado; pero después conviene salir un rato y hacer actividad para mejorar la digestión de la comida y preparar el cuerpo para el siguiente embate.

3. Comer con calma

Nadie te cogerá el último canelón del plato o el trozo de jamón de la vergüenza que espera en la otra punta de la mesa. Por lo tanto, calma. Es importante masticar bien la comida y disfrutar del rato de la comida sin prisa. En una comida con la familia lo más importante es la compañía, por lo tanto, aprovecha para hablar y deja de engullir sin medida.

4. Precaución con el alcohol

No hace falta decir que el consumo responsable de alcohol es básico para una buena salud y para evitar dolores de estómago. Pero además de la cantidad, también es importante saber cuándo conviene tomar. Es muy importante no tomar alcohol con la barriga vacía. Aparte de aumentar la velocidad de absorción, beber con el estómago vacío incrementa el hambre. Además, las bebidas alcohólicas ralentizan la digestión y provocan digestiones pesadas, por lo cual se tiene que limitar la ingesta.

5. Actividad entre comidas

Hay que moverse después de comer. Si el tiempo acompaña, salir a hacer un paseo ligero es una de las mejores maneras de ayudar al sistema digestivo. Si hay niños en casa, jugar con ellos es una actividad recomendable. Puedes echar siesta, por descontado; pero después conviene salir un rato y hacer actividad para mejorar la digestión de la comida y preparar el cuerpo para el siguiente embate.