Hay ciertos elementos que todas las cenas navideñas comparten entre sí año tras año: la decoración y el engalanamiento de las mesas donde reunir y sorprender a los invitados. Desde elaborados centros florales en originales candelabros, pasando por la brillante cubertería o alimentos decorativos. A continuación, repasamos 5 consejos para vestir la mesa de Navidad y ser al mejor anfitrión de tu familia o de tu grupo de amistades.
5 consejos para poner mesa esta Navidad
1. Las gamas cromáticas
La importancia de gamas cromáticas armónicas: los elementos que decoren nuestra mesa tienen que presentar cierta armonía. La mejor opción es apostar por las tonalidades clásicas de la Navidad: verdes, rojos, blancos y dorados. Aunque también está bien contar con algún elemento discordante, que capte la atención de la decoración.
2. Naturalidad y naturaleza
Naturalidad, siempre: las flores siempre engalanan las mejores mesas, son un adorno imprescindible y, preferiblemente, naturales. De todo tipo y siguiendo la estética y el color del resto de elementos, para mantener la armonía. Las rosas, el eucalipto o el roble rojo son algunos ejemplos. Pero no son los únicos elementos naturales para embelesar. ¿Quién dijo que las verduras no pueden ser elementos decorativos? Desde La Gourmeteria, apostamos firmemente por verduras como el pepino, la alcachofa y frutas como la granada para dar un toque inusual en el centro de mesa.
3. Olfato y gusto, fundamentales
En estas fechas, más que nunca, es esencial activar los cinco sentidos: importantes son las comidas de las fastuosas cenas navideñas: de los pájaros llegados desde tierras del norte a las delicias de los mares, pasando por las tiernas carnes o los pomposos postres azucarados. Diferentes propuestas gastronómicas según el chef que está al mando de los fogones. Y, además, el gusto no es el único sentido que hay que activar. El olfato es imprescindible y, además de sorprenderlo con aromas gastronómicos, se tiene que estimular con otros olores. Una gran elección puede ser ambientar la mesa con canela y jengibre, dos olores de la esencia de la Navidad.
4. Es primordial el factor sorpresa
A todo el mundo le gusta encontrarse con algo que no espera. Por este motivo, sorprender a tus invitados es un aspecto positivo y diferencial infalible: huye de la monotonía e incorpora elementos y utensilios como motivos decorativos que usualmente no tienen esta función. Algunos ejemplos podrían ser las teteras, icónicas botellas reconvertidas en bomboneras o una inusual ponchera como centro floral.
5. Cuidar los detalles es la clave del éxito
Un detalle para cada comensal: a cada invitado siempre le gusta sentirse especial y algún elemento decorativo tiene que estar pensado para él. Desde elementos personalizados con los nombres de cada comensal, servilletas que ejerzan esta misma función o unos manteles personalizados.