Los hay de todo tipo. Algunos con trucos que conoces desde que comenzaste a cocinar y otros con los que te explota la cabeza al ver lo sencillo que es un proceso con el que tu solías tardar horas. Unos trucos llegan de aquí cerca y otros son algo habitual en un país lejano. Por otra parte, hay algunos que ganan desde el principio mientras que otros necesitas ver varios videos para convencerte de lo bueno que es. En cualquier caso, la mayoría de esos trucos llegan para hacerte la vida más fácil y que cocinar sea más rápido e incluso divertido.
Trucos de mi día a día
1. Desgrasar la sopa.
A todos nos gusta un caldo con bien de sabor, pero bajo en grasas. Para ello, lo que hacía hasta hace bien poco era dejarla enfriar por completo para que la grasa subiese a la superficie, se solidificase y fuese sencillo retirarla con una cuchara. Estamos hablando de horas. Apunta este truco: coges un cubito de hielo y lo pasas por la superficie del caldo. Con el frío, la grasa se vuelve sólida y se pega al hielo. Además, así puedes controlar mejor y retirar solo la parte que desees, que no siempre tiene que ser toda.
2. Pelar cerezas
¿Cuántas veces has visto una receta con cerezas y la has descartado con todo el dolor de tu corazón por no ponerte a limpiar cerezas? Yo antes lo hacía siempre. Ahora, al menos, la apunto. El truco para retirar el hueso sin mancharte entera y sin aborrecer la fruta es tan fácil como coger una botella y una pajita (las metálicas son mejores porque son más duras. Coloca la cereza en la boca de la botella y ejerce presión con la pajita. El hueso caerá dentro y tendrás la fruta limpia y lista para utilizar.
3. Añadir miel
Podría ser la continuación del anterior y seguir con la receta de una tarta de cerezas o ser completamente diferente. El caso es que añadir una cucharada de miel es tan complicado como freír una patata sin que salte aceite. Pero hay un truco y sí es efectivo. Humedece la cuchara con un poco de aceite vegetal (uno neutro para que no dé mucho sabor). Al poner la miel, esta caerá sin dificultad. Dejarás la cuchara limpia y habrás añadido la miel que querías.
4. Partir tomates cherris
Están deliciosos en las ensaladas, pero partir uno a uno es un tostón y te lleva mucho tiempo. O te llevaba. Ponlos todos juntos ya lavados, la mano encima apretando sobre la tabla y utiliza un cuchillo de sierra. Si no te fías y prefieres empezar con algo más seguro, utiliza una tapa de un táper para ejercer presión y sujetarlos todos.
5. Congelar por porciones
No siempre sabes exactamente para qué estás congelando algunos productos y se congelan en grandes cantidades. Después, toca descongelar todo junto y no siempre va bien… La solución es tan fácil como meter todo en una bolsa de congelar. Puede ser tomate frito, carne picada o puré. Se alisa bien el contenido en una encimera y se hacen unas marcas con el cuchillo. Al congelar, esas marcas actuarán como tope a la hora se sacar las porciones que necesitas.