En la cocina, a veces los pequeños gestos marcan una gran diferencia. No se trata de tener los mejores utensilios ni los ingredientes más exóticos, sino de conocer algunos trucos sencillos, pero eficaces que pueden ahorrarte tiempo, mejorar tus platos y, sobre todo, hacer que disfrutes más del proceso. Tanto si eres de los que cocinan cada día como si solo entras en la cocina en ocasiones especiales, estos consejos pueden cambiar por completo tu manera de ver los fogones. La magia de cocinar está en los detalles, y cuando descubres que un cambio mínimo puede darte un resultado profesional, todo se vuelve más fácil y motivador.
5 trucos de cocina que te cambiarán la vida
Estos cinco trucos no requieren conocimientos avanzados ni técnicas complicadas, pero sí te harán sentir como un verdadero chef cuando los pongas en práctica. Al fin y al cabo, la cocina no solo es un arte, también es una cuestión de lógica, organización y, por supuesto, un poco de picardía.
Pelar el ajo
Uno de los trucos más reveladores tiene que ver con el ajo. Si quieres pelarlo en segundos sin que se te quede el olor en los dedos, coloca los dientes dentro de un bote con tapa, agítalo con fuerza durante unos segundos y verás cómo la piel se desprende sola.

Cocer la pasta
Otro truco muy útil para evitar que el agua de cocción se derrame es poner una cuchara de madera sobre la olla: el vapor se dispersa al tocar la madera y así el agua no sobrepasa el borde. Si alguna vez has cocido pasta y te ha salido pegajosa, el problema puede estar en el escurrido. No la laves bajo el grifo, porque eliminas el almidón que ayuda a que la salsa se adhiera mejor. Basta con escurrirla directamente y mezclarla con la salsa caliente para que el resultado sea mucho más sabroso.
Cortar queso
Cuando se trata de frutas y verduras, un truco muy práctico es utilizar un pelador de verduras para cortar el queso en virutas finas si no tienes un rallador a mano. Sirve especialmente bien con quesos duros como el parmesano.

Gestionar el pan duro
Si alguna vez te ha sobrado pan del día anterior y está un poco duro, no lo tires. Humedécelo ligeramente con agua y mételo unos minutos en el horno: quedará como recién hecho.
Huevos frescos
Un truco más que te puede salvar más de una comida tiene que ver con los huevos. Si no estás seguro de si un huevo está fresco, basta con colocarlo en un vaso con agua. Si se hunde, está perfecto; si flota, mejor no lo uses. Esto ocurre porque, con el tiempo, el huevo va acumulando aire en su interior, lo que hace que suba a la superficie. Es una forma rápida y fiable de evitar sorpresas desagradables al cocinar y asegurarte de que todo lo que preparas esté en su mejor estado.
Con estos pequeños trucos cotidianos, la cocina se vuelve más sencilla, eficiente y hasta divertida. A veces, lo que parece complicado tiene una solución ingeniosa al alcance de la mano. ¿Te animas a probarlos y comprobarlo por ti mismo?
Este artículo ha sido elaborado con la ayuda de ChatGPT y supervisado por un periodista de Elnacional.cat.