Los calçots son uno de los grandes manjares de la gastronomía catalana. Este tipo de cebolla tierna, asada a la brasa y acompañada de la deliciosa salsa salvitxada o romesco, es la estrella de las tradicionales calçotades. Sin embargo, su forma de comerlos puede ser un reto para quienes no están acostumbrados. ¿Cómo disfrutar de los calçots sin acabar con las manos llenas de ceniza y salsa? Aquí te damos algunos trucos para saborear este plato sin preocuparte por las manchas.

Así puedes comer los calçots sin mancharte

Usa guantes desechables

Uno de los métodos más prácticos es utilizar guantes de plástico o látex. Al pelar los calçots, tus manos inevitablemente entran en contacto con la piel chamuscada y la salsa. Con unos guantes desechables, evitarás que se te ensucien los dedos y podrás quitártelos justo antes de empezar a comer.

Calçots catalanes / Foto: Unsplash

Domina la técnica del pelado

El secreto para no mancharte radica en cómo pelas el calçot. Sujeta la parte superior con una mano y la base con la otra. Tira con un movimiento rápido hacia abajo para quitar la capa quemada. Si lo haces bien, el calçot quedará limpio y listo para mojar en la salsa sin que tengas que tocarlo demasiado.

Los calçots son uno de los grandes manjares de la gastronomía catalana

Usa un tenedor para mojar en la salsa

En lugar de sumergir el calçot con las manos, puedes usar un tenedor. Una vez pelado, clava el tenedor en la parte superior y báñalo en la salsa romesco. Luego, llévalo directamente a la boca sin tocarlo con los dedos.

Servilleta al cuello: imprescindible

Si bien este truco no evitará que te manches las manos, te ayudará a proteger la ropa. En las calçotades, es común usar un babero de papel o una servilleta grande atada al cuello. Así, si la salsa gotea o el calçot suelta jugo, tu ropa estará a salvo.

Calçots, una tradición catalana / Foto: Unsplash

Palillos chinos: una alternativa original

Si quieres probar una forma diferente de comer calçots sin tocar la piel ni la salsa, usa palillos chinos. Sujeta el calçot por la parte superior y sumérgelo en la salsa sin que tus dedos entren en contacto con el alimento. Puede parecer extraño al principio, pero con un poco de práctica, es una opción limpia y efectiva.

Disfruta sin preocupaciones

Los calçots están pensados para disfrutarse sin prisas y en buena compañía, pero eso no significa que tengas que acabar con las manos y la cara llenas de salsa. Con estos trucos, podrás saborear cada bocado sin preocuparte por las manchas, manteniendo la esencia de la calçotada sin el desorden habitual. Además, recuerda que este evento es una tradición festiva, donde lo más importante es la diversión y el buen ambiente