En el rico y diverso recetario de la gastronomía catalana, hay un tesoro culinario que, a pesar de su valor nutritivo y su sabor excepcional, sigue siendo poco conocido fuera de Catalunya: los espigalls. Este alimento, tan tradicional omo humilde, es una variedad de col que destaca por su textura tierna y su versatilidad en la cocina, además de ser una auténtica joya para quienes buscan opciones saludables y sostenibles.

El alimento catalán saludable y poco conocido

Los espigalls son los brotes de una planta conocida como col brotonera, una variedad local de col cultivada principalmente en el Garraf, una comarca catalana. Se recolectan durante los meses de invierno, cuando las temperaturas frías les dan su característico sabor suave y ligeramente dulce. Los espigalls no son hojas enteras como las de otras coles; en cambio, son pequeños brotes que se desarrollan entre las hojas principales, lo que les confiere una textura única y delicada.

Espigalls naturals / Foto: Unsplash
Espigalls naturales / Foto: Unsplash

Aunque se han cultivado durante generaciones en Catalunya, su producción sigue siendo limitada y casi artesanal, lo que explica que su popularidad no haya traspasado ampliamente las fronteras catalanas. Sin embargo, su calidad y sus propiedades nutricionales los convierten en un alimento que merece más reconocimiento.

Propiedades nutritivas de los espigalls

Los espigalls son una fuente natural de vitaminas y minerales esenciales. Son especialmente ricos en vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico, y vitamina K, fundamental para la salud ósea. También contienen antioxidantes y fibra, lo que los hace ideales para una dieta equilibrada. Además, tienen un bajo contenido calórico, lo que los convierte en una excelente opción para quienes buscan controlar su peso sin renunciar a la nutrición. Como parte de la familia de las crucíferas, los espigalls comparten propiedades con otros superalimentos como el brócoli y la col kale, siendo especialmente valorados por su capacidad para combatir la inflamación y contribuir a la salud digestiva.

Los espigalls son una fuente natural de vitaminas y minerales esenciales

Cómo disfrutar de los espigalls en la cocina

Una de las mayores virtudes de los espigalls es su versatilidad. Pueden ser salteados con un poco de ajo y aceite de oliva para resaltar su sabor natural, añadidos a guisos, sopas o incluso incorporados en recetas más modernas como quiches o risottos. En la cocina catalana tradicional, suelen acompañar platos de pescado o embutidos, como la butifarra. La clave para preparar espigalls está en no cocinarlos demasiado, ya que su textura tierna puede perderse si se sobrecuecen. Una cocción breve al vapor o un salteado rápido son suficientes para resaltar su sabor y mantener intactas sus propiedades nutricionales.

Espigalls, una producció artesanal / Foto: Unsplash
Espigalls, una producción artesanal / Foto: Unsplash

Aunque los espigalls son aún un secreto bien guardado de la gastronomía catalana, su sostenibilidad y sus beneficios para la salud los convierten en un alimento con gran potencial. Apostar por los espigalls es una forma de preservar las tradiciones locales mientras se apuesta por una alimentación saludable y respetuosa con el medio ambiente.