La dieta Mediterránea que conocemos hoy en día no es muy diferente de la que se tenía en la época romana. Bueno, sí que es diferente, pero los ingredientes básicos que se utilizaban son los mismos. La calidad, el sabor y la forma de los productos no tiene nada que ver con los de la edad antigua, pero los alimentos que se consumían todavía forman parte de nuestro día a día. Estos son los alimentos milenarios que tenemos que conservar en nuestra dieta.
Cereales
Los cereales son la base de muchos productos básicos de nuestra casa. El más importante es el pan, aunque actualmente la pasta, típica de Italia, también constituye un alimento hecho a base de cereales muy importante. El arroz, en zonas como el delta del Ebro, también son parte fundamental de la dieta con respecto a cereales. El trigo y la cebada son dos de los cereales más cultivados y utilizados en nuestra casa.
Vino
El vino no es un producto indispensable para la dieta y la salud, pero sí que es un producto con una gran importancia cultural en el territorio. El mundo del vino es mucho más que simplemente la elaboración de una bebida; es una manera de comprender y trabajar el paisaje. El vino que se hace ahora, sin embargo, no tiene nada que ver con el de la época romana, que se parecía más al vinagre que conocemos que a un vino de hoy en día.
Pescado
Pescado blanco, pero sobre todo pescado azul. El Mediterráneo es la despensa más grande de Catalunya y las especies de pescado y marisco que se pescan son una parte fundamental de nuestra dieta. Son especialmente importantes los productos que contienen omega-3, como las sardinas, pero lo que todavía es más importante es consumir el pescado que sale de las lonjas catalanas.
Carne
De ovino, de bovino o de porcino, el producto cárnico catalán es de primera calidad. La carne se ha consumido desde tiempos inmemoriales, pero en la antigüedad no era la base de la dieta, sino que era un lujo. Tradicionalmente, los animales se despellejaban en casa y se aprovechaban todas las partes, especialmente de los cerdos. Jamones, embutidos y cortes tiernos alimentaban la barriga de familias enteras gracias a la sabiduría de nuestros antepasados.
Fruta y verdura de temporada
Cada región tiene su particularidad y cada temporada tiene sus ventajas e inconvenientes. Las alcachofas en invierno y los melones en verano; independientemente de si te gusta más o menos una fruta o una verdura, es importante consumirla cuando es temporada. En verano también encontrarás alcachofas, pero seguramente son de fuera o tienen una calidad muy inferior a las que puedas encontrar en el Prat en el mes de febrero. Antiguamente, solo se podían consumir los productos que se cultivaban en la temporada que tocaba y es una tradición que tendríamos que mantener.