La nevera portátil es la gran aliada de las personas que quieren disfrutar del camping o de la playa sin renunciar al lujo de una comida o una bebida fría. Lo primero que pensamos cuando queremos mantener una temperatura baja en nuestra nevera es ponerle hielo; ¿qué mejor que el hielo para mantener fresca la ensalada y la sandía que llevamos para comer, verdad? Pues resulta que hay una alternativa más práctica y sostenible.
Las placas de refrigeración
Uno de los principales problemas de los cubitos de hielo es que, a medida que pasa el tiempo, se van derritiendo. Cada vez tienen menos capacidad de mantener una temperatura baja y estable en la nevera portátil y además, a medida que se funden, van creando un charco de agua en el fondo del recipiente. La mejor alternativa para mantener fría la nevera son las placas de refrigeración. Se trata de unas placas de plástico, a menudo de color azul o blanco, que se dejan en el congelador para que se enfríen y después se ponen dentro de la nevera portátil para mantenerla fría.
Seguro que las has visto alguna vez. Las placas de refrigeración tienen la ventaja que, a medida que pasa el rato, no dejan un charco de agua en el fondo de la nevera. Tienen un tiempo de uso limitado, como es lógico, pero su eficiencia es superior y mantienen una temperatura más constante durante más rato en comparación con los cubitos de hielo. Además, son reutilizables y cuesta enfriarlas lo mismo, o menos, que si haces los cubitos de hielo en el congelador de tu casa. Pero es que si los cubitos los tienes que comprar, además de sostenible, las placas de refrigeración son una alternativa más barata.
Una solución segura
La farmacéutica y biotecnóloga Gemma Del Caño explica por qué las placas de refrigeración son más seguras que los cubitos de hielo. Del Caño afirma que "el hielo derretido puede convertirse en un caldo de cultivo de bacterias si se mezcla con la comida. Las placas de refrigeración evitan este problema gracias al hecho de que el agua no se derrite, no hay contacto directo con la comida y se evita la posible contaminación cruzada".
También se trata de una alternativa más eficiente con respecto al espacio. Los cubitos de hielo acostumbran a ocupar un volumen mayor que las placas de refrigeración. Por lo tanto, con las placas, por norma general, se suele disponer de más espacio para llevar comida y bebida en la nevera portátil.
A pesar de todas las ventajas de las placas de refrigeración, el hielo acostumbra a ser la alternativa más utilizada gracias a su fácil acceso. Una opción igualmente válida y que cumple la misma funcionalidad que las placas de la manera como se ha hecho toda la vida.