¿Cuántas recetas de cocina están hechas con quesos? Sea el ingrediente principal o el acompañamiento, el queso es un ingrediente que aparece en los fogones de los hogares de nuestro país como base, condimento o estrella de infinidades de platos. Partiendo de una gama exquisita y variada de este sector láctico, contamos con aquellos que son más clásicos y conocidos para todo el mundo. Ahora bien, sin desmerecerles, el copropietario de la tienda Llet Crua, Xevi Miró, expone las alternativas a estos quesos clásicos para descubrir todo un mundo placentero de sabores más escondidos y de productos no tan famosos, pero que tienen una textura y un sabor igualmente increíble.


Hay muchísimas recetas de cocina que exigen un queso pecorino o un parmesano, por ejemplo. “Eso es fácilmente intercambiable”, declara a Xevi. Un pecorino es un queso hecho con leche de oveja en Italia, pero no es muy diferente de lo que sería un manchego o un serrat. “Siempre que dice pecorino pensad que podemos tener alternativas mientras se cumplan los requisitos que sea de oveja y que sea prensado”, añade.

Existen alternativas a los quesos clásicos y solo hay que conocerlas. Se trata de averiguar por qué estamos utilizando aquel producto y de esta manera se podrá cambiar y adaptar a la receta según lo que más interese o guste

¿Qué hacemos si la receta incluye con un rulo de cabra? Sería el mismo que cambiarlo por un queso de cuajada láctica hecho artesanalmente a Catalunya. Más allá de demostrar una riqueza culinaria en los fogones, hacemos un voto por el producto local, catalán y evitamos exportaciones que, a veces, son innecesarias y se pueden evitar.

LECHE CRUDA / foto: Carlos Baglietto
Una selecta variedad de quesos por escoger y todos igual de riquísimos / foto: Carlos Baglietto

Vamos ahora a los casos del Comté o el Gruyer que son quesos de pasta cocida de leche cruda de vaca. “Muy madurados y fáciles de rallar, también los podríamos cambiar por un queso elaborado exactamente con la misma técnica, pero con otro tipo de leche”, revela el experto quesero. Es decir, si eres de los que prefiere no tomar queso de leche de vaca, se puede cambiar por un queso de la misma técnica, pero de otro origen, sea de cabra o de oveja. Al fin y al cabo, se trata de cambiar de estilos o de la procedencia de la leche, pero no se tiene que cambiar de textura porque si no la receta quizás no quedará tan bien. En resumen, “se trata de averiguar por qué estamos utilizando aquel ingrediente y de esta manera se podrá cambiar y adaptar a la receta según lo que más interese o guste”, acaba reflexionando.