Convertirte en un superanfitrión no se trata solo de cocinar bien, sino de crear una experiencia memorable para tus invitados. Una mesa bien montada es el escenario perfecto para que la comida y la compañía brillen. Aquí tienes las claves para llevar tus reuniones al siguiente nivel.
Montar una mesa de categoría en casa
Elige una temática o estilo
Antes de empezar, decide qué estilo quieres transmitir: ¿elegante, rústico, moderno? La temática puede inspirarse en la comida que vas a servir, la temporada o incluso el motivo de la reunión. Un diseño coherente hace que todo fluya y deja una gran impresión.
El mantel: la base de la presentación
Un buen mantel es la base de cualquier mesa de categoría. Opta por telas de calidad, como lino o algodón. Para un toque sofisticado, utiliza colores neutros o clásicos como el blanco o beige, que aportan luminosidad y no compiten con los demás elementos. Si buscas algo más atrevido, los estampados discretos también funcionan, siempre que combinen con el resto de la decoración.
La vajilla: apuesta por la sencillez
Menos es más. Una vajilla blanca o de tonos sólidos es versátil y permite que la comida sea la protagonista. Si tienes piezas especiales, como platos decorados, úsalos para destacar el plato principal. Coloca los platos en capas: primero el bajoplato, luego el principal y finalmente los complementarios.
Una música de fondo suave, buena iluminación y un aroma agradable completan la experiencia
La cubertería y cristalería: elegancia funcional
Utiliza cubiertos bien pulidos y colócalos en el orden correcto: de afuera hacia adentro según el uso. Añade copas adecuadas para cada bebida, como vino tinto, blanco y agua. Si vas a servir un cóctel o un cava, ten listas las copas específicas.
Los textiles: servilletas que destaquen
Las servilletas de tela añaden un toque refinado. Puedes doblarlas de forma sencilla o usar anillos decorativos para un acabado más elegante. Asegúrate de que los colores o estampados complementen el mantel y la temática general.
Detalles decorativos: el toque personal
Añade un centro de mesa que no sea demasiado alto para no bloquear la vista entre los comensales. Velas, flores frescas o pequeños adornos relacionados con la temporada son ideales. Evita sobrecargar la mesa; cada elemento debe tener un propósito.
El ambiente: más allá de la mesa
Una música de fondo suave, buena iluminación y un aroma agradable completan la experiencia. Evita olores fuertes, como velas perfumadas, para no competir con el aroma de los platos.