El bollo de mantequilla, un dulce típico de Bilbao, llega a Barcelona de la mano de Jon Cake. El pastelero vasco presenta un bollo endémico de Vizcaya en su tienda obrador de Les Corts (Gelabert, 42). Un bollo irresistible relleno de mantequilla y con una capa de azúcar por encima que esta semana ya se puede encontrar en la Ciudad Condal.
El vínculo con Barcelona
Jon García, conocido profesionalmente como Jon Cake, es uno de los pasteleros de más renombre en el estado y especialista en tartas de queso. Ha elaborado tartas con más de 250 variedades de queso nacional y extranjero, pero siempre con los productos provenientes de elaboradores artesanales como prioridad.
A pesar de haber nacido en Bilbao, su familia se trasladó a Barcelona cuando García tenía 9 años. La estrecha vinculación con su tierra natal, pero también con la ciudad que lo acogió de pequeño, han definido el estilo y la cocina de Jon Cake, la marca que hoy lidera con solidez y que ahora incluye un nuevo tipo de dulce a su oferta gastronómica, el bollo de mantequilla. Es justamente el vínculo con Barcelona el tema de conversación que Jon Garcia tuvo, medio en broma, con otros dos periodistas, Mikel Iturriaga e Iker Morán, lo que lo llevó a hacer realidad el proyecto que ahora materializa. Un proyecto que permite al cliente de barcelona disfrutar del bollo que conocía, y solo podía encontrar en Bilbao, y al mismo tiempo hacer que lo descubra aquel que no había oído nunca hablar de él.
El pastelero vasco presenta un bollo endémico de Vizcaya en su tienda obrador de Les Corts (Gelabert, 42)
Un bollo de primera calidad
Para obtener un bollo de calidad, el equipo de García ha hecho diferentes pruebas para acabar perfeccionando una receta que, después de meses de trabajo, ha dado como resultado este bollo. Un proceso idéntico al que sigue con la elaboración de sus tartas de queso.
Pero el valor de la gastronomía de Jon Cake va más allá de simplemente ofrecer un buen producto. La vertiente pedagógica de la cocina juega un papel importante en el proceso de elaboración tanto de los bollos como de las tartas de queso. Saber de dónde viene aquello que comemos y ser conscientes de qué consumimos y por qué, es igual de importante que disfrutar de un producto de calidad. Probar el bollo de mantequilla sin saber todo lo que hay detrás de quien lo elabora hace que nos perdamos la mitad de la historia
El bollo de Barcelona tiene una forma ovalada, diferente a la de otros rincones de Vizcaya, donde los bollos son rectangulares o redondos. Una forma que lo hace único, pero que alberga el mismo sabor tradicional de los pastelitos tradicionales.
A partir de este mes de octubre ya se pueden comprar en exclusiva en Barcelona por un precio de 2,90€ la unidad.