Por si no era suficiente con el amigo intolerante a la lactosa y el que no consume gluten, un día aparece el que afirma que ahora es vegano. Y así, quedar para cenar se convierte en una especie de scape room en la que hay momentos en los que no se ve el final y dar con la clave que ayuda a descifrar el lugar al que sí que se puede ir es mucho peor que encontrar la fecha. Entender las razones por las que una persona decide dejar de comer ciertos alimentos por voluntad propia puede parecer muy chocante, sobre todo hoy en día, con la variedad que existe a nuestro alcance. Pero mientras hay motivos que son más complicados de entender, hay otros muchos ante los que no hay discusión.

No es por salud; es evitar el sufrimiento animal

Esta era la razón que siempre me chocó más y es que una dieta vegana no es más sana que una mediterránea (entendiendo esta, como aquella en la que se priorizan los vegetales y los productos frescos y en la que no caben los ultraprocesados). El azúcar, el aceite de palma o la sal son 100% veganos y 100% insanos. Tras la moda veggie se esconden bebidas vegetales repletas de azúcar, hamburguesas con una cantidad de grasa, almidones y sal desmedida o galletas con problemas similares. Así que el “porque es más saludable” nunca me ha servido. Pero sí otros motivos que he ido aprendiendo poco a poco y que se alejan tanto de los tópicos como de las modas comerciales.

Hay razones más allá de si es más saludable o no / Foto: Pixabay

Sí, de la misma forma que hace ya unos cuantos años se empezó a ver el uso de pieles como algo horrendo, ya va siendo hora de que se conozca como es la vida de los animales en las granjas. No es tan idílica como en los dibujos animados y solo te invito a visitar una granja de cerdos, por ejemplo, para que valores el hecho de si es necesario comer carne todos los días. Eso sí, personalmente no entiendo el tema de retirar por completo los lácteos (hay extracción de leche sin sufrimiento) y los huevos (más de lo mismo).

Ayudar al medio ambiente

El ser más sostenible es lo que realmente me hace abrazar al veganismo e imponer días sin carne en casa. El ritmo al que explotamos al planeta es insoportable, así como el derroche de alimentos del primer mundo. La ganadería genera grandes amenazas al medio ambiente y su huella de carbono es inmensa comparada con los productos de origen vegetal. La ganadería es responsable de altas emisiones de gases de invernadero, deforestación de zonas silvestres y un gran derroche el agua, sobre todo en lugares del planeta en los que esto es un grave problema.

El ritmo al que explotamos al planeta es insoportable / Foto: Pixabay

No hay recursos para todos y fortaleciendo la investigación y el desarrollo de proteínas vegetales se podría minimizar la desnutrición en el mundo. Los vegetales nos aportan prácticamente todos los nutrientes que nuestro cuerpo requiere a excepción de la vitamina B12 y algunos otros a los que es complicado llegar con una alimentación muy restrictiva. De ahí que me acerque al veganismo, pero no lo apoye 100%. Eso sí, estos vegetales son más baratos y limpios de producir. Así pues, creo que todos deberíamos darle una oportunidad al veganismo y acercarnos a esta filosofía de vida, aunque sea unos días a la semana. ¿Te apuntas?