La Guía Michelin amplía sus fronteras y da el salto al negocio hotelero. Hasta ahora Michelin solo repartía estrellas en los restaurantes que consideraba como los mejores del mundo. Ahora, sin embargo, da un paso adelante y empezará a repartir Llaves Michelin, una distinción para hoteles de lujo.
Se acercan cambios importantes
De la misma manera que las Estrellas Michelin condicionan el comportamiento de los restaurantes - ya que para tener una, dos o tres, se tienen que cumplir una serie de requisitos - las Llaves Michelin podrían implicar cambios importantes en la manera como se gestionan los hoteles de lujo. La prestigiosa guía francesa ya anunció en octubre la creación de esta nueva distinción para los hoteles, que se empezará a implementar este año 2024. En total se ha hecho una selección de 5.000 hoteles repartidos por todo el mundo. A diferencia de lo que pasa con las Estrellas Michelin, los criterios de las Llaves se han hecho públicos y se dividen en 5 categorías:
- Un destino en sí mismo: el hotel contribuye a la experiencia local
- Excelencia en la arquitectura y el diseño de interiores.
- Calidad y coherencia del servicio, confort y mantenimiento.
- Individualidad, reflejo de personalidad y autenticidad.
- Capacidad para ofrecer una experiencia extraordinaria a un precio adecuado.
Unos criterios que, a pesar de no ser públicos oficialmente, son muy similares a lo que se busca en los restaurantes. Que el viaje para hacer la comida valga la pena; que el espacio sea bonito; tener un servicio atento y de calidad; ser tratado con singularidad. El último criterio, la relación calidad precio, es el único criterio que no tiene tanto peso en las Estrellas Michelin. La implementación de las Llaves Michelin empezará este año, pero ya hace tiempo que se prepara y se cuece desde el equipo directivo de Michelin. El año 2018, el presidente internacional de la compañía, Gwendal Poullennec, y su equipo, empezaron a hacer una selección que ahora culmina con la ampliación del negocio Michelin al mercado hotelero. Una ampliación que responde a la necesidad de cambio y adaptación a los nuevos tiempos y que empezó con un gesto tan sencillo como digitalizar las guías. Antes solo se podía consultar el libreto físico con todos los restaurantes recomendados; ahora, por el contrario, la Guía Michelin está disponible en línea.
Menos críticas objetivas
¿Aparte del prestigio que tiene la Guía, qué gana Michelin con la lista de restaurantes que publica cada año? Tal como apunta el periodista francés Dominique Dewitte, como la Guía existe en formato digital, las reservas en los restaurantes se pueden hacer directamente a través de la página web de Michelin. Y cuando un cliente hace la reserva a través de esta web, la Guía se embolsa una comisión. Así pues, lo mismo que pasa con los restaurantes, pasará con los hoteles. Y para hacer una reserva, interesa que las críticas que se publiquen sean buenas. Nadie querrá reservar un restaurante o un hotel con malas críticas. Por lo tanto, como mejores sean las críticas que haga la Guía, más reservas tendrá a través de su web, y, por lo tanto, más comisiones se embolsará.
Habrá que estar atentos a lo que pase con la implementación de las llaves Michelin. ¿La Guía virará completamente hacia este sector? ¿Se perderá el prestigio de la gastronomía? ¿Se otorgará más de una Llave tal como pasa con las Estrellas? ¿Qué Llaves tendrá Barcelona? ¿Habrá una inflación de Estrelles?