El aumento de precios en todos los aspectos de la vida es una realidad inapelable. Los alimentos básicos del supermercado, pero también las cartas y menús de los restaurantes, son cada vez más inasumibles. Un aumento de precios que no va acompañado de un incremento de los salarios y que en algunos casos convierte la gastronomía en un lujo al alcance de pocos. Y ya no hablamos de restaurantes de alta cocina; estamos hablando de ir a tomar una cerveza al bar.
Cañas a diez euros
Este es el desorbitadísimo precio que tuvieron que pagar unos clientes en un bar por dos cañas dobles. Que la cerveza es más cara en algunos bares -especialmente los que se ubican en sitios turísticos- no es ningún secreto. Ahora bien, cobrar una caña a precio de combinado es un hecho inédito. En concreto, el precio de dos cañas dobles en este bar es de 19,80 €, es decir, 9,9 € cada cerveza. La imagen se ha viralizado en las redes sociales e incluso se habló de ello en el programa de televisión 'Espejo Público' de Antena 3.
No hablamos de restaurantes de alta cocina; estamos hablando de ir a tomar una cerveza al bar
No obstante, este es solo un ejemplo más del encarecimiento general que se vive en todos los aspectos de la gastronomía. Desde el precio de la energía que gastan en las cocinas hasta la vajilla o los productos de primera necesidad. Unos cambios que acaban repercutiendo inevitablemente en el consumidor final.
Sin menús a diez euros
¿Cuántos sitios quedan en Catalunya con un menú de mediodía por debajo de los diez euros? Muy pocos. Encontrar restaurantes que los ofrezcan a doce o trece euros se ha convertido en la nueva normalidad de los menús "baratos", pero los menús (algunos mediocres) a quince y dieciséis euros son el pan de cada día en nuestra casa. Un pan que, por cierto, cada vez es más habitual que te cobren aparte. Antes, con un menú de mediodía, te ofrecían todo el pan que quisieras dentro del precio de la comida. Ahora, en muchos establecimientos, casi te tienes que pelear para que te traigan otra rebanada de pan, que, además, a menudo te cobran aparte.
Antes, con un menú de mediodía, te ofrecían todo el pan que quisieras dentro del precio de la comida. Ahora, en muchos establecimientos, casi te tienes que pelear para que te traigan otra rebanada de pan, que, además, a menudo te cobran aparte
Y si no se suben los precios se recorta en cantidades. Y no solo en los menús; las tapas que acompañan el refresco o la cerveza en el bar casi se han extinguido y los que la ponen, solo te dan unos cuantos frutos secos o unas olivas. ¿Dónde han quedado las tortillas, las ensaladas, el embutido o los quesos? Las tapas, por desgracia, también son una buena manera de recortar gastos en el bar. Los restauradores, sin embargo, no siempre son responsables de unos cambios que casi nunca pueden escoger. El aumento de precios de los productos les afecta tanto como a los consumidores. Montar un bar no es nada fácil, pero mantenerlo en los tiempos que corren ahora, lo es todavía menos.