Cuando se trata de cocinar pollo, muchas personas tienen costumbres heredadas que parecen lógicas, pero que en realidad pueden ser un gran error. Uno de los más comunes y peligrosos es lavar la carne antes de cocinarla. Aunque pueda parecer una buena idea para eliminar posibles bacterias, la realidad es que este hábito puede generar un riesgo mayor de contaminación en la cocina. Nos lo contaba una popular cuenta de Facebook, la de El as Carnicero, que nos avisa de los peligros que puede esconder esta práctica.

El error que muchos cometen al cocinar pollo

Este es un error que los expertos en seguridad alimentaria llevan años intentando corregir, y los carniceros con experiencia lo tienen claro: lavar el pollo o cualquier tipo de carne cruda es innecesario y peligroso. El popular creador de contenido avisa: “¿Usted sabe lo peligroso de lavar cualquier tipo de carne?”. La idea de lavar la carne viene de la creencia de que con agua se eliminan impurezas y bacterias. Sin embargo, ocurre todo lo contrario: el agua no mata las bacterias, solo las dispersa.

¿Hay que lavar la carne? / Foto: Unsplash
¿Hay que lavar la carne? / Foto: Unsplash

Al poner un trozo de pollo bajo el grifo, las gotas de agua pueden salpicar a varios centímetros de distancia, alcanzando superficies de la cocina, utensilios, el fregadero o incluso otros alimentos que estén cerca. Esto incrementa el riesgo de contaminación cruzada, lo que significa que las bacterias pueden terminar en lugares donde no deberían estar y aumentar el riesgo de intoxicaciones alimentarias.

El verdadero método seguro: la temperatura

Entonces, si no se debe lavar, ¿cómo se asegura que el pollo esté libre de bacterias? La respuesta es simple: cocinándolo correctamente. Las bacterias como la salmonela, que puede estar presente en la carne cruda, mueren cuando el pollo alcanza una temperatura interna de al menos 65-75 grados Celsius. Es decir, la única manera efectiva de eliminar cualquier riesgo es cocinándolo bien, asegurando que el interior esté completamente hecho y no quede crudo. Si quieres estar completamente seguro, puedes utilizar un termómetro de cocina para medir la temperatura en la parte más gruesa del pollo. De este modo, no quedará ninguna duda de que está listo para el consumo.

No debemos lavar ningún tipo de carne / Foto: Unsplash
No debemos lavar ningún tipo de carne / Foto: Unsplash

Cambia este hábito y evita riesgos

Lavar el pollo antes de cocinarlo es un error muy común, pero ahora sabes que puede ser más peligroso de lo que parece. La mejor manera de garantizar una comida segura es evitar salpicaduras y confiar en la cocción a la temperatura adecuada. La próxima vez que vayas a preparar pollo, recuerda este consejo de El as Carnicero: “Cocina el pollo a más de 65 grados y todo rastro de bacteria será eliminado”, es la forma más segura de no correr riesgos en la cocina que pueden acabar con contratiempos, y como