En poco más de una década, la cerveza artesana ha pasado de ser una rara avis a ocupar un lugar reconocido dentro del panorama gastronómico catalán. Si bien todavía representa una cuota de mercado modesta en comparación con las grandes marcas industriales —en torno al 2% del consumo total de cerveza en el Estado español, según datos del AECAI y GECAN-, su impacto cultural y económico es muy superior a lo que estas cifras aparentemente indican.
En Catalunya, se concentra una de las escenas cerveceras más activas de la península. Hay decenas de microcervecerías, muchos proyectos con identidad propia y una red cada vez más rica de bares especializados, festivales y consumidores formados y exigentes. La cerveza artesana ha sabido conectar con un público que valora la proximidad, la creatividad, la calidad y la diversidad de sabores.
Sin alcohol, pero con alma
Dentro de este panorama, los últimos años han visto nacer un nuevo reto (y oportunidad): la elaboración de cervezas sin alcohol con estándares artesanales. Tradicionalmente, las cervezas 0,0% se han asociado a un perfil de consumidor funcional —quien no puede o no quiere beber alcohol— y en un producto con poca alma. Pero eso está cambiando. Varias cerveceras artesanas catalanas han decidido apostar por el segmento low-alcohol, y lo hacen con la misma exigencia técnica y pasión que ponen a sus gamas tradicionales. El objetivo no es solo ofrecer una alternativa "sin", sino una cerveza que sea buena por|para sí misma: aromática, bien equilibrada y fiel al estilo que quiere representar.

Este salto cualitativo permite ampliar al público potencial, ofreciendo opciones para momentos y contextos en que el alcohol no es bienvenido, pero las ganas de disfrutar de una buena cerveza continúan intactas. Además, esta tendencia conecta con movimientos de consumo más consciente, con hábitos de vida más saludables y con una mirada más inclusiva del disfrute gastronómico. La irrupción de la cerveza artesana sin alcohol no es solo una moda pasajera, sino una señal que el sector se está madurando y sabe leer los cambios sociales. En este nuevo terreno, la calidad será clave para marcar la diferencia. Y si alguna cosa ha demostrado la cerveza artesana catalana, es que sabe hacer las cosas con criterio, rigor y amor por el producto.
5 cervezas artesanas catalanas sin alcohol
Brebel – IPA (Lleida)
Brebel ha apostado fuerte por un futuro más saludable sin renunciar al sabor. Se autodenominan #BEERACTIVISTES y vienen a hacer un mundo mejor. Su IPA sin alcohol es una cerveza aromática, con lúpulos Mosaico y Citra, refrescante y equilibrada, que mantiene todo el carácter de una buena IPA.
La Pirata Brewing – IPA Pomelo (Súria, Bages)
La Pirata Brewing, uno de los referentes del panorama artesano catalán, también se ha sumado al mundo "sin". Desde su obrador en Súria han creado una IPA Pomelo sin alcohol sorprendentemente fresca y cítrica, con adjunto de fruta (pomelo) que mantiene la complejidad y potencia que caracteriza el estilo. La Pirata siempre ha sido sinónimo de inconformismo, y esta apuesta por cervezas low alcohol demuestra que se puede seguir innovando sin perder intensidad, ni compromiso con la calidad, ni con la personalidad propia.
Lo Vilot – Ungravity Eco Radler (Almacelles, Segrià)
Desde Almacelles, Lo Vilot continúa fiel a su modelo de granja-cervecera, con ingredientes de kilómetro cero y certificación ecológica. Su Ungravity Eco Radler es una opción sin alcohol, elaborada con zumo natural de limón, ideal para días calurosos y para quien busca una alternativa ligera pero sabrosa. El proyecto de Lo Vilot es pionero en la integración de todo el proceso productivo, desde el cultivo de la cebada y el lúpulo hasta el embotellado final, con una clara apuesta por la sostenibilidad.
C- Tretze – Viena Lager (La Pobla de Segur, Pallars Jussà)
En el corazón|coro del Pallars, C- Trece es una cervecera que respira territorio y autenticidad. Con su Viena Lager sin alcohol, han conseguido una cerveza con malta tostada, notas de caramelo y un cuerpo sorprendente para ser "sin". La gente de C- Tretze se ha ganado el respeto de la comunidad artesana con un trabajo constante y riguroso, combinando la pasión por la cerveza con el arraigo local y una clara voluntad de hacer productos que conecten con la gente y con el entorno.
CAC – Kune (Poblenou, Barcelonès)
La Cooperativa Artesana de Cerveza, CAC, elabora su Kune, una cerveza tostada sin alcohol, ecológica y sin gluten, con lúpulo de Girona. El proyecto se basa en los valores del cooperativismo, la sostenibilidad y la producción artesanal con ingredientes de proximidad. Kune no solo es una alternativa saludable, sino también una expresión de un modelo de consumo consciente y transformador, donde lo que bebes dice mucho sobre el mundo que quieres construir.