Si eres amante de la cocina italiana, esto te interesa: puede que lleves toda la vida cometiendo un error gravísimo sin saberlo, especialmente si sueles preparar pasta al pesto. La chef italiana @chefrobertaofficial ha lanzado una advertencia muy clara en su cuenta de Instagram que está revolucionando las cocinas: nunca, bajo ningún concepto, calientes la salsa pesto. Según explica, es la manera más rápida y efectiva de arruinarla por completo. Aunque pueda parecer algo inofensivo, calentar el pesto rompe por completo la esencia de esta receta tradicional. Y la razón tiene una base científica: la albahaca, ingrediente clave del pesto, contiene compuestos sumamente delicados que, al someterse a temperaturas elevadas, se oxidan y se vuelven amargos, arruinando así el sabor final del plato.

Una chef italiana avisa de nunca calentar la salsa pesto

Pero no se trata solo del sabor. El calor también destruye el aroma fresco que caracteriza a esta salsa y acelera su oxidación, haciendo que pierda su color verde vibrante y se torne en una pasta apagada y poco apetecible. Ese frescor vegetal que tanto apreciamos cuando abrimos un bote de pesto recién hecho desaparece en cuestión de segundos si lo llevamos al fuego. Por eso, la chef Roberta insiste en que el pesto debe añadirse siempre al final, fuera del fuego, directamente sobre la pasta ya escurrida. Solo así se consigue mantener intactas todas sus propiedades y disfrutar del verdadero sabor de esta salsa, como se ha hecho toda la vida en Liguria, su región de origen.

Al calentar la albahaca esta tiende a amargar / Foto: Unsplash
Al calentar la albahaca esta tiende a amargar / Foto: Unsplash

El pesto se debe añadir con la pasta ya escurrida fuera del fuego

El problema es que muchos, en su afán de “calentar” la salsa o integrarla mejor con la pasta, la echan directamente a la sartén o a la olla aún caliente, sin saber que con ello están eliminando todo el encanto de un pesto bien hecho. El aceite, el queso, los piñones y, sobre todo, la albahaca, forman una mezcla perfectamente equilibrada que no necesita cocción para brillar. De hecho, su preparación se basa precisamente en respetar la frescura de los ingredientes, triturándolos en frío para conservar al máximo sus aromas naturales.

 

 

Así que ya lo sabes: la próxima vez que cocines pasta con pesto, recuerda este consejo y no lo calientes. Basta con escurrir bien la pasta y añadirle el pesto justo antes de servir. No solo notarás la diferencia, sino que descubrirás cómo se transforma el plato cuando se hace respetando sus raíces. Porque a veces, el secreto de una receta perfecta está en lo que decides no hacer. Tu pesto te lo agradecerá… y tus comensales también.