Muchos expertos recomiendan realizar cinco comidas al día en lugar de tres, consistentes en un desayuno, una toma a media mañana, la comida, la merienda y la cena, para conformar una dieta equilibrada y variada, de acuerdo con la dieta mediterránea. 

¿Comer menos veces y de forma más copiosa o hacerlo de forma espaciada y frugal? La polémica está servida. La lógica de las cinco comidas al día es aplastante: si comemos con mesura durante más veces a lo largo del día nuestro cuerpo no sufrirá por el "hambre", por lo que no se activarán los mecanismos para almacenar grasa ni nos dará por pegarnos el atracón.

La lógica de las cinco comidas al día es aplastante: si comemos con mesura durante más veces a lo largo del día nuestro cuerpo no sufrirá por el "hambre"

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Alimentos / Fuente: Unsplash

Hilado así, el argumento tiene mucho sentido. Pero, ¿cuál es la realidad en todo esto? Si atendemos a la evidencia científica nos encontramos con estudios que indican que sí, que comer más veces al día está asociado a perder peso. Pero también encontramos otros que no hallan relación entre una cosa y la otra. Incluso nos podemos topar con un numeroso contingente de estudios que indican que comer más veces puede asociarse con la obesidad. Entonces, ¿quién tiene la razón?

La respuesta no es sencilla (como nada en la nutrición). Estas conclusiones que pueden parecer dispares muestran en realidad la diversidad de factores que afectan a este tipo de estudios: la edad, el sexo, el tipo de actividad física diaria o el tipo de ingesta. Es mucho más importante qué vamos a comer que cuándo vamos a hacerlo (o más bien en cuántas veces), y no nos servirá de nada si no aprendemos a comer adecuadamente o acompañamos la dieta con ejercicio.

Desayuno:

El desayuno es la comida más importante del día. Un desayuno adecuado nos proporciona la energía que necesitamos para empezar el día. Debe ingerirse fibra, calcio, proteína y vitamina C; no deben ser ácidos o agresivos para el cuerpo, procurando alimentos integrales, orgánicos y de temporada.

Desayuno
Desayuno / Fuente: Unsplash

Mediodía:

Es recomendable una colación entre 100 y 200 calorías. Tomar algo a media mañana evitará que pasemos las horas antes de la comida con hambre, mal humor y nos hará rendir más en nuestras tareas. se recomiendan alimentos que tengan entre 100 y 200 calorías.

Comida:

Una comida balanceada y con agua, apoya tu metabolismo. Lo ideal es tomar una sopa o cualquier alimento no sólido, acompañado de un guisado con carne, pescado o verdura; terminando con una porción normal de postre. Es importante ingerir agua durante la comida para la óptima digestión.  

Merienda:

La comida integral es esencial para una dieta nutritiva. Al igual que a media mañana, a media tarde aun cuando la cena no llega, podemos sentir hambre. un vaso de leche con galletas integrales,fruta o yogurt; son una excelente opción. 

Cena:

Es importante comer 1 hora para evitar insomnio y sobrecarga en el estómago. La cena debe incluir alimentos ligeros, para poder conciliar el sueño, pues la digestión influye mucho en el descanso. Se recomienda evitar grasa, por lo cual es mejor cocinar al vapor, al horno, a la plancha, en microondas o hervir los alimentos; tampoco es bueno comer en exceso y cenar al menos 1 hora antes de acostarnos.

Recuerda:

Beber entre 1 y 2 litros de agua al día; esto ayudará a optimizar tu digestión y que tu metabolismo trabaje de una correcta manera. Para cualquier situación, no dudes en visitar a tu nutriólogo de confianza.