De los mil y un vídeos sobre alimentación y recetas que muestran las redes sociales al día, este verano seguro que te has quedado con los que aseguran que, si mezclas dos alimentos en principio totalmente diferente y que no siempre tendrían por qué saber bien, el resultado final es igual al que tiene otro producto totalmente diferente. Es decir, que si te comes el alimento A junto al B, el sabor en tu boca es el de C. Y como no, ese resultado o alimento C, es algo muy rico. 

Tanda de ejemplos

Uno de los videos que se han hecho más virales es de Chica Bona (@la_chica_bona) y el motivo es que los prueba en directo y da su opinión sincera. Tanto éxito tuvo el primer vídeo que no dudó en lanzar una segunda parte e incluso una tercera con aportación propia. Aquí tienes las combinaciones sorprendentes que seguro vas a terminar probando. 

1.    Pepino + manzana = melón 

Por todos es sabido que un melón cuando no está maduro tiende a pepino, pero ¿si al pepino se le añade un toque del dulzor de la manzana se transforma en melón? La Chica Bona no lo tiene muy claro…

2.    Pepino + azúcar = sandía

Esta le convence algo más. ¿Será posible?

3.    Uvas + cacahuete = chocolate

¿Será esta la versión saludable de uno de los caprichos más repetidos en todo el mundo? “¡Qué sí sabe a chocolate!”, exclama más que sorprendida. ¿Puede ser esta la mezcla más aplaudida de la historia? 

Hay mezclas de alimentos que pueden resultar sorprendentes. / Foto: Cedida

4.    Tomate + azúcar = Fresa

En este caso no es una mezcla muy sana y siempre sería más saludable apostar directamente por las fresas, pero para un antojo fuera de temporada puede funcionar. De hecho, la influencer lo define como “absolutamente increíble”. 

5.    Naranja + manzana = kiwi

Una mezcla refrescante y deliciosa, pero cuyo resultado no convence a la protagonista, ya que no es lo que prometía. 

6.    Nueces + pan = nata

Después de preguntarte quién pudo probar esta mezcla tan rara, toca ponerse manos a la obra y meterse a la boca un montadito de nueces. Obviamente, la textura nunca será ni parecida, pero ¿el sabor? A la Chica Bona no le convence, aunque asegura que está rico. 

¿Por qué ocurre esto?

Después de tantas mezclas raras y sorprendentes, hay que encontrar una razón que nos ayuda a entender cómo puede ocurrir un fenómeno tan raro.  Y la razón es pura química. El sabor no es otra cosa que una reacción de nuestro cerebro a determinadas moléculas. Es un proceso más complicado de lo que podemos creer y que da lugar a sorpresas como estas o el hecho de que a una persona determinado alimento le parezca algo delicioso y a otra un horror.  Además, hay que recordar que el sabor no solo parte de las papilas gustativas ubicadas en la lengua. El olfato determina los sabores en un 80%. Por lo que no todo depende del trozo que nos metemos en la boca.