Uno de los alimentos más saludables que existen sin lugar a dudas son los frutos secos. Consumirlos regularmente nos ayuda, entre otras cosas, a prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares o a mejorar el aparato circulatorio. Son alimentos energéticos que nos aportan proteínas, vitaminas, minerales, grasas buenas... pero hay varios factores que nos alertan a disfrutar de ellos con moderación. Así que, ¿cuántos frutos secos puedo consumir al día? Todo depende del fruto seco que comas. Por suerte hay una gran variedad de frutos secos donde escoger y tenemos que adaptar las recomendaciones a cada tipo, a las necesidades de nuestro cuerpo y a los gustos personales.
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Las castañas, excelente opción en otoño
Puedes aprovechar los beneficios de las castañas, las nueces y las avellanas, tres de los frutos secos que más se consumen en esta época del año. Además, ahora en otoño las castañas están en su momento álgido: las puedes encontrar sin problemas en cualquier supermercado. Entre todos estos frutos secos, basta con comer seis castañas, cinco nueces o unas veinte avellanas al día. Aunque los frutos secos es mejor comerlos crudos, puesto que al tostarlos pierden parte de sus propiedades, haremos una excepción con las castañas y las coceremos en casa para sacarlas el máximo provecho. Además, sin duda son más agradables al paladar. Otro fruto seco bastante habitual en el mercado y supermercado son los cacahuetes. Con solo 12 al día reduciremos la presión arterial, mantendremos estables los niveles de azúcar en sangre y nos estaremos protegiendo ante posibles enfermedades del corazón o cáncer de colon. Es un alimento que sacia y que se puede comer entre horas, pero con cuidado porque contiene más grasas que otros frutos secos.
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El pistacho, 49 al día
Quizás has oído hablar alguna vez de los 49 pistachos al día. Lo recomendable es comer unos 30 gramos para disfrutar de su aportación energética, las proteínas que reforzarán nuestro esqueleto y los músculos, o de los antioxidantes que nos ayudarán a mantener una piel joven, a salvo de los radicales libres. Son ricos en fibra, que ayuda a cuidar el tráfico intestinal; pero lo mejor es que son ricos en grasas saludables y es el único fruto seco libre de grasas saturadas, muy nocivas para el organismo. Si cambiamos el pistacho por la almendra también se recomienda consumir unos 30 gramos al día, que equivale a unas 10 o 12 unidades.
¿A qué hora es mejor comer frutos secos?
Realmente, podemos disfrutar de los frutos secos a cualquier hora. Puedes añadir pipas a tus ensaladas, lo mismo pasa con las nueces; se pueden comer con los cereales del desayuno, a media mañana, por la tarde... Esta última es una opción muy interesante, ya que al ser un alimento saciante merendar frutos secos te ayudará a llegar con menos hambre a la noche, favoreciendo así una cena ligera y más equilibrada. Más allá de las ensaladas, hay quien incorpora los frutos secos a los postres y panes hechos en casa, o a las salsas. Sea como sea, un consumo regular de frutos secos te permitirá sacar partido de todos sus nutrientes y los beneficios que tienen para nuestro organismo, ayudándote a sentirte mejor y, lo más importante, sin que ese consumo moderado se refleje en la báscula, pues son muchos los que creen que comer frutos secos engorda. Si eres vegetariano, no olvides que estás ante uno de los mejores sustitutivos naturales de los nutrientes que proporcionan la carne y el pescado.