Comer patatas cocidas frías tiene varios beneficios para la salud que muchas personas desconocen. Aunque las patatas son un alimento básico en muchas dietas alrededor del mundo, la manera en que se consumen puede influir significativamente en sus efectos sobre el organismo. A continuación, detallamos las razones por las cuales consumir patatas cocidas frías es mejor que comerlas calientes.

Comer las patatas cocidas frías

Uno de los principales beneficios de comer patatas cocidas frías es el aumento en la cantidad de almidón resistente. El almidón resistente es un tipo de carbohidrato que no se digiere en el intestino delgado, pasando intacto al intestino grueso donde actúa como fibra dietética. Cuando las patatas se cocinan y luego se enfrían, parte de su almidón se transforma en almidón resistente, lo cual tiene varios efectos positivos:

  1. Control de la glucosa en sangre: El almidón resistente tiene un menor impacto en los niveles de azúcar en sangre en comparación con el almidón digestible. Esto es particularmente beneficioso para las personas con diabetes o aquellos que buscan controlar su nivel de glucosa en sangre, ya que ayuda a evitar picos y caídas bruscas.

  2. Aumento de la saciedad: El almidón resistente puede ayudar a aumentar la sensación de saciedad, lo que puede contribuir a una ingesta calórica total menor. Esto es útil para el control de peso, ya que sentirte lleno durante más tiempo puede reducir la tentación de comer en exceso o consumir snacks entre comidas.

Patata cocida / Foto: Unsplash

Uno de los principales beneficios de comer patatas cocidas frías es el aumento en la cantidad de almidón resistente

Beneficios para la salud digestiva

El almidón resistente también actúa como un prebiótico, es decir, un tipo de fibra que alimenta a las bacterias beneficiosas en el intestino. Estas bacterias fermentan el almidón resistente, produciendo ácidos grasos de cadena corta como el butirato, que tiene varios beneficios para la salud:

  1. Promoción de una flora intestinal saludable: Al alimentar a las bacterias buenas, el almidón resistente ayuda a mantener un equilibrio saludable en la microbiota intestinal. Una flora intestinal equilibrada está asociada con una mejor digestión, menor riesgo de enfermedades inflamatorias y una mejora en la función inmunológica.

  2. Reducción de la inflamación intestinal: El butirato producido durante la fermentación del almidón resistente tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en el intestino, beneficiando a quienes sufren de trastornos inflamatorios intestinales como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.

Patata troceada / Foto: Unsplash

Otro beneficio de consumir patatas cocidas frías es la reducción del aporte calórico. El almidón resistente aporta menos calorías en comparación con el almidón totalmente digerible, ya que no se descompone completamente en glucosa. Esto puede ser ventajoso para aquellos que buscan reducir su ingesta calórica sin sacrificar la saciedad y el volumen de la comida.

Comer patatas cocidas frías ofrece varios beneficios para la salud, desde el control del azúcar en sangre y la promoción de una flora intestinal saludable, hasta la reducción del aporte calórico. Este sencillo cambio en la preparación y consumo de las patatas puede marcar una diferencia significativa en la dieta y bienestar general. Así que, la próxima vez que cocines patatas, considera dejarlas enfriar antes de comerlas para aprovechar al máximo estos beneficios.