¿Te imaginas un plato que no solo sirva para presentar la comida, sino que también puedas comerlo? Las masas de arroz comestibles son una opción original, práctica y deliciosa para aprovechar el arroz que quedó del día anterior. Estas bases de arroz funcionan como sustitutos de platos convencionales, pero con el beneficio añadido de que son completamente comestibles. Ideales para acompañar ensaladas, purés, pastas o cualquier preparación fría o tibia, estas masas son fáciles de hacer y sorprenderán por su versatilidad.
Puedes crear una vajilla comestible de usar y comer
Ingredientes para 5 raciones
- 1 y ½ tazas de arroz cocido (mejor si es del día anterior)
- 1 huevo
- Un poco de perejil fresco
- Una pizca de sal
- 1 taza de harina
- 1 cucharada de polvo para hornear (Royal)
Elaboración
El primer paso es licuar el arroz cocido junto con el huevo, el perejil y una pizca de sal. El huevo ayuda a ligar la mezcla y a darle la consistencia adecuada para trabajarla. Licúa hasta que obtengas una pasta homogénea y sin grumos.
Vierte la mezcla licuada en un bol y empieza a incorporar la harina poco a poco, junto con el polvo para hornear. No añadas toda la harina de golpe; la idea es conseguir una masa seca y manejable. Amasa hasta obtener una textura uniforme que no se pegue demasiado a las manos.
Estas masas comestibles son ideales para ensaladas, purés o pastas, ya que soportan bien ingredientes húmedos sin deshacerse
Sobre una superficie enharinada, estira la masa hasta dejarla bien fina. Puedes usar un rodillo para facilitar el trabajo. Aquí tienes dos opciones para cocinarla:
- En sartén: Coloca la masa estirada en una sartén antiadherente a fuego mínimo. No es necesario darle la vuelta, ya que se cocinará perfectamente por ambos lados gracias al calor uniforme. Este método evita que la masa se seque en exceso y se quiebre.
- En el horno: Usa un molde de metal ligeramente aceitado como base y hornea la masa a temperatura media. Retírala cuando esté apenas dorada y desmóldala con cuidado para evitar que se rompa.
En cualquiera de los casos, es importante no sobrecocinar la masa, ya que podría secarse demasiado y perder su flexibilidad, cosa que la haría difícil de trabajar y daría un peor resultado final.
Estas masas comestibles son ideales para ensaladas, purés o pastas, ya que soportan bien ingredientes húmedos sin deshacerse. Además de ser prácticas y deliciosas, tienen la ventaja de reducir la necesidad de lavar platos, convirtiéndolas en una opción perfecta para días en los que buscas comodidad sin renunciar al sabor.