La cocina puede hacer que algunos alimentos sean más fáciles de comer y aumentar sus beneficios nutricionales: eso hace que sea una evidencia clave del comportamiento complejo de los homínidos como los neandertales. Pero es difícil de identificar en el registro arqueológico. Para entender cómo los neandertales podrían haber cocinado los pájaros y qué restos arqueológicos podríamos encontrar si lo hicieran, los científicos recogieron pájaros salvajes que murieron por causas naturales y experimentaron con diferentes métodos de preparación. Un grupo de investigadores españoles, portugueses y franceses han intentado reproducir los antiguos métodos usados por los neandertales para despedazar y cocinar aves y comprender mejor la dieta de estos homínidos.

Es difícil saber qué comían los neandertales: la preparación de los alimentos, sobre todo cuando se trata de animales más pequeños como las aves, ya que dejan pocos rastros arqueológicos. Pero entender sus dietas es fundamental para comprender a estos homínidos increíblemente adaptables, que prosperaron durante centenares de miles de años en entornos muy variados. Para saber cómo podría ser la preparación de los alimentos en el registro arqueológico, los científicos intentaron cocinar como los neandertales.

"El uso de una herramienta de sílex para la carnicería requería una precisión y un esfuerzo importantes, que no habíamos valorado del todo antes de este experimento," explica a la doctora Mariana Nabais del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social en España, autora principal del artículo Frontiers in Environmental Archaeology. "Eran más afilados de lo que pensábamos inicialmente, y requirió una manipulación esmerada para hacer cortes precisos sin herir nuestros propios dedos. Estos experimentos prácticos enfatizaron los retos prácticos que implica el procesamiento y la cocina de alimentos neandertales, proporcionando una conexión tangible con su vida diaria y estrategias de supervivencia".

Aunque la caza más grande practicada por los neandertales es bien conocida, sabemos menos de los pájaros que algunos neandertales cazaban. Pero los descubrimientos recientes y las nuevas técnicas permiten investigarlo más a fondo. Mediante la prueba de los métodos de preparación de alimentos que podrían haber utilizado a los neandertales, para ver qué rastros podrían dejar a los huesos y cómo se comparan estos rastros con los daños causados por procesos naturales o las acciones de otros animales, los científicos crearon una base de datos experimental que se puede comparar con la real.

5 pájaros salvajes: de cuervos a palomas

Los científicos recogieron cinco pájaros salvajes que habían muerto por causas naturales en el Centro de Ecología, Rehabilitación y Vigilancia de la Vida Silvestre en Gouveia, Portugal. Escogieron dos cuervos carroñeros, dos tórtolas turcas y una paloma torcaz, que son parecidos a las especies que comían los neandertales, y seleccionaron métodos de cocina mediante pruebas arqueológicas y datos etnográficos. Todos los pájaros fueron desplomados a mano. Se mataron un cuervo carroñero y una paloma de collar en crudo, utilizando el sílex. Los tres restantes se asaron sobre brasas calientes hasta que se cocinaron y después se mataron, cosa que los científicos encontraron mucho más fácil que matar los pájaros crudos.

Estudio científico alimentación neandertales Foto Frontiersin
Imagen durante el estudio científico / Foto: Frontiersin

Un cuervo y una tórtola turca se descuartizaron crudas con una herramienta de sílex y las tres aves restantes se asaron sobre brasas y después se descuartizaron, cosa que a los científicos les resultó mucho más fácil que hacerlo con pájaros crudos. "Asar las aves sobre las brasas exigía mantener una temperatura constante y controlar esmeradamente la duración de la cocción para evitar que la carne se hiciera demasiado", comenta Nabais. Desplomar las aves antes hizo que estuvieran asadas en menos de diez minutos, de manera que pasaron más tiempo preparando las brasas que cocinando.

Quemaduras, marcas y roturas

Los científicos limpiaron y secaron los huesos, después los examinaron microscópicamente para detectar marcas, roturas y quemaduras. También examinaron la herramienta de sílex que habían utilizado para comprobar el desgaste. Aunque habían utilizado sus manos para la mayor parte de la carnicería, los pájaros crudos requerían un uso considerable del sílex, que ahora tenía pequeñas cicatrices de media luna cerca. Si bien los cortes utilizados para sacar la carne de los pájaros crudos no dejaban rastro en los huesos, los cortes dirigidos a los tendones dejaron marcas similares a las de los pájaros encontrados en yacimientos arqueológicos.

Neandertales alimentación estudio científico Foto Frontiersin
Pruebas y datos arqueológicos valiosos del estudio / Foto: Frontiersin

Los huesos de los pájaros asados eran más quebradizos: algunos se habían roto y no se pudieron recuperar. Casi todos tenían quemaduras marrones o negras consistentes con una exposición controlada al calor. Las manchas negras dentro de algunos huesos sugirieron que el contenido de la cavidad interna también se había quemado. Esta evidencia ilumina no solo cómo podría haber funcionado la preparación de alimentos de los neandertales, sino también como podría ser de visible esta preparación en el registro arqueológico. Aunque el asado facilita el acceso a la carne, el aumento de la fragilidad de los huesos hace que los arqueólogos no puedan encontrar los restos.

Sin embargo, los científicos advirtieron que esta investigación se tendría que ampliar para obtener una comprensión más completa de las dietas neandertales. Los estudios futuros tendrían que incluir más especies de presas pequeñas, así como el procesamiento de aves para productos no alimentarios, como garras o plumas.

"El tamaño de la muestra es relativamente pequeña, que consta de solo cinco ejemplares de pájaros, que quizás no representan completamente la diversidad de especies de pájaros que podrían haber utilizado los neandertales", señala Nabais. "En segundo lugar, las condiciones experimentales, aunque están controladas con cuidado, no pueden replicar completamente los contextos ambientales y culturales exactos de la vida de los neandertales. Se necesitan más investigaciones con muestras más grandes, especies variadas y condiciones experimentales más diversas para ampliar estos resultados".