¿Quién puede resistirse a un buen trozo de chocolate? Ya sea puro, con leche, acompañado de frutos secos e incluso los más originales con mezclas de ingredientes variados. El chocolate es sinónimo de placer, de capricho, de mimo y de todo aquello que nos hace sentir bien. De hecho, entre las propiedades nutricionales del chocolate incluye varios elementos que nos ayudan levantar el humor. Esto son la serotonina y dopamina. La primera es conocida como la “hormona de la felicidad” y la segunda se relaciona con el placer. Pero también con la adicción, motivo por el que es tan complicado resistirse a una onza de chocolate.
Cómo comerte una onza de chocolate y que nadie se entere
¿Sabías que hay un truco visual para “robar” una onza de chocolate y sin que nadie se dé cuenta? Solo hay que saber aplicar las matemáticas y la geometría a algo tan práctico como partir una tableta de chocolate. ¡Para que luego digan que las mates no sirven de nada! Con los cortes adecuados y una reorganización estudiada, podrás saciar tu antojo de chocolate sin tener que dar explicaciones. ¿Quieres intentarlo? Sigue estos pasos.
El primer paso es preparar la tableta. Coloca la tableta de chocolate frente a ti, con las líneas de las onzas bien visibles. Y hazte con un buen cuchillo para no liarla. El primer corte en la tercera onza desde la izquierda. Desde la parte inferior, corta en diagonal hacia la esquina inferior derecha y separa esta parte. Luego, un segundo corte. En la parte más pequeña, la que estaba arriba de la tableta, separa las tres onzas del lateral. Reorganiza. Desplaza la parte que te queda, después de retirar tres onzas, hasta que el borde coincida con la parte izquierda de la tableta. Es decir, el hueco te quedará en la parte superior derecha.
Robar una onza de chocolate y que nadie se entere: solo hay que saber aplicar las matemáticas y la geometría a algo tan práctico como partir una tableta de chocolate. ¡Un paso a paso muy fácil!
Ahí, ya viene el gran robo. De las tres onzas que te quedan sueltas, puedes retirar una y comértela ya, para dejarse salivar. Eliminar pistas. Te habrás dado cuenta de que en el hueco encajan a la perfección las dos onzas que queda. Colócalas con cuidado y ¡la tableta luce completa, aunque falta una onza! Este truco funciona como un juego visual, perfecto para disfrutar del chocolate sin que nadie note el desfalco.