Las hierbas y especias son un pilar fundamental de cualquier cocina, aportando aroma y sabor a los platos. Sin embargo, a menudo pueden perder sus propiedades si no se conservan adecuadamente, especialmente cuando se trata de mantenerlas en buenas condiciones durante mucho tiempo. Saber cómo preservar estas aromáticas puede marcar la diferencia entre un plato insípido y otro lleno de sabor. A continuación, te ofrecemos algunos consejos prácticos para conservar las hierbas y especias durante más tiempo sin perder sus cualidades.

Conservación de hierbas frescas

Las hierbas frescas como la albahaca, el perejil, el tomillo o el romero aportan un sabor fresco y vivo, pero pueden marchitarse rápidamente si no se guardan correctamente. Para prolongar su vida útil, una buena opción es utilizar el método del ramo. Coloca las hierbas como si fueran flores en un vaso agua, cubriéndolas ligeramente con una bolsa de plástico y manteniéndolas en la nevera (excepto la albahaca, que prefiere estar a temperatura ambiente). También es posible congelarlas. En este caso, puedes picar las hierbas y ponerlas en bandejas de cubitos, cubiertas con aceite de oliva o agua. Eso mantiene su sabor fresco y permite utilizarlas fácilmente en pequeñas cantidades para sopas, guisos o salsas.

Otra opción para conservar las hierbas frescas durante meses es deshidratarlas

Otra opción para conservar las hierbas frescas durante meses es deshidratarlas. Puedes hacerlo en casa colgándolas boca abajo en un lugar fresco y seco durante unos días. Una vez secas, guárdalas en potes herméticos, alejadas de la luz directa y la humedad. Este método funciona bien para hierbas como el orégano o el tomillo.

Almacenaje de especias secas

Las especias secas, como la pimienta, el comino, la cúrcuma o el pimentón, requieren condiciones adecuadas para mantener su potencia durante más tiempo. El secreto está en protegerlas de tres factores: la luz, el calor y la humedad. Guárdalas en potes herméticos en un armario oscuro o un cajón. Evita dejarlas cerca de fuentes de calor, ya que el calor puede deteriorar rápidamente sus aceites esenciales. Otro consejo es comprar especias en grano o enteras, como la pimienta o el comino, y molerlas justo antes de utilizarlas. Eso garantiza un sabor más intenso y fresco.

Congelación de especias frescas

Algunas especias frescas, como el jengibre, se pueden congelar directamente. Simplemente pela el jengibre y guárdalo en el congelador; podrás rallarlo o cortarlo fácilmente cuando lo necesites. Este método también funciona bien con guindillas frescas o semillas de cilantro.

Conservar adecuadamente las hierbas y especias no solo ayuda a mantener el sabor de tus platos, sino que también te permite aprovechar más y mejor estos ingredientes. Con estos sencillos consejos, podrás disfrutar de los aromas de tu cocina sin preocuparte por su caducidad.