La manzana es una de las frutas más populares del mundo. Además, también es una de las más antiguas, ya que los humanos la consumimos desde la prehistoria. Se trata de un producto versátil y delicioso, útil para todo tipo de recetas y que además se cultiva en diferentes variedades. La manzana, además, también crece en abundancia en Catalunya, hecho que la convierte en una fruta de proximidad excelente. El principal problema que tiene, sin embargo, es que una vez abierta, se oxida con facilidad. Te explicamos algunos trucos para evitar que la manzana se oxide y hacer que te dure mucho tiempo en buen estado.
Cómo evitar que la manzana se oxide
La oxidación de la manzana se produce en la carne interior, no en la piel. Cuando abrimos la manzana y la parte blanca de dentro queda en contacto con el aire, la carne de la fruta se vuelve marronácea a causa de una reacción química. Un proceso que conocemos con el nombre de oxidación y que tiene el objetivo de alargar la vida útil del alimento. Esta oxidación, sin embargo, hace que la fruta pierda algunas cualidades nutritivas y vuelve el fruto menos atractivo. La parte marrón se puede consumir sin ningún riesgo si la oxidación se ha producido recientemente; en una manzana que lleve una semana abierta seguramente habrá florecido alguna cosa más que óxido. No obstante, si quieres prevenir su aparición, puedes seguir alguno de estos trucos sencillos:
- Sal: una opción es sumergir la fruta en una solución de un litro de agua con media cucharada de sal. Se deja la manzana en remojo durante 5 minutos, se retira, se lava con agua fría y se seca correctamente. Este proceso hará que la manzana dure más tiempo sin oxidarse.
- Zumo de cítricos: una solución similar a la anterior, pero en este caso con zumo de cítricos. Naranja, limón, mandarina o cualquier otra fruta cítrica que tengas a mano sirve. Sumerge la manzana durante unos minutos, lávala, sécala y ya lo tendrás.
- Filme y bolsas de vacío: esta es, seguramente, la opción más sencilla y extendida. Si envuelves la manzana a piel (es decir, con el plástico tocando la carne de la manzana) o dejas la manzana en una bolsa envasada al vacío, evitarás que el aire esté en contacto con la fruta y, por lo tanto, evitarás también el proceso de oxidación.
- Puzzle: un último método es montar la manzana tal como lo habías cortado. El método puzzle consiste, simplemente, en juntar los trozos cortados para evitar que la carne quede en contacto con el aire. La montas tal como lo has cortado, lo aguantas con una goma de pollo y la dejas hasta que te lo tengas que comer. La ventaja de este método es que te permite cortar la manzana con antelación para consumirla cuando quieras, pero no requiere ninguna sustancia adicional.
Hay que tener en cuenta que estos métodos responden, sobre todo, a una cuestión estética. La parte marrón de la manzana también la podrías cortar antes de comerte la fruta. Sin embargo, es importante tener presente que los trucos para evitar la oxidación sirven exclusivamente para este propósito, en ningún caso retrasan la maduración de la manzana, que se va "pudriendo" a medida que pasan los días.