Es martes, las diez y media de la mañana. El Gastronomic Forum Barcelona ha abierto puertas y me dispongo a entrar, por primera vez, en un acontecimiento de este nivel. Puede no parecer gran cosa para quien está acostumbrado, pero para mí, un joven periodista a quien le encanta la gastronomía, entrar en un salón con más de 350 expositores dispuestos a explicarte punto por punto todo lo que presentan, es como dejar a un niño solo en una tienda de caramelos. Enseño la acreditación, escanean mi QR y suena el 'pip' que me abre las puertas al paraíso de la buena comida.

Rueda de reconocimiento

El pabellón ocho de la Feria de Montjuïc es grande. Muy grande. Y en un sitio nuevo, lo primero que me gusta hacer siempre es ubicarme. Entender por dónde me estoy moviendo, saber qué quiero ver y encontrar los expositores que me interesa visitar. Para que os hagais una idea, el acceso a la feria está en la plaza Espanya, y desde allí, con una veintena de expositores de anchura, el pabellón se extiende hasta el final de la avenida Maria Cristina. Moqueta roja, techos elevados y tres pasillos a recorrer. Tomo el de la derecha, entrebpuestos de productores gallegos, y voy subiendo hasta llegar al final, una zona de bares donde poder picar alguna cosa (como si hiciera falta un restaurante en un lugar donde en todas partes te dan de comer y beber).

El acceso a la feria está en la plaza Espanya, y desde allí, con una veintena de expositores de anchura, el pabellón se extiende hasta el final de la avenida Maria Cristina

He visto medio pabellón, y de momento todo está tranquilo. Hay gente, pero todavía es pronto. No hace ni una hora que han abierto puertas. Bajo por el otro lado y vuelvo al punto de inicio. Puestos ubicados, espacio reconocido y bolígrafo preparado para ir a cazar historias (realmente tomo notas con el móvil, pero queda mucho mejor decir que llevas un bolígrafo).

La joya de la corona

La primera parada es obligatoria. Tengo que ir a hablar con los genios que se han inventado una croqueta de 'panetonne'. Mira que hay ingredientes con los cuales hacer croquetas, y la buena gente de COC ha decidido que era buena idea hacer una con este brioche italiano. Pues os tengo que decir, que sí, que es una idea buenísima. Casi tan buena como la croqueta. Dulce, crujiente, cremosa y con sabor, evidentemente, de 'panetonne'. Parece mentira que puedan existir cosas así.

🧁 Cómo hacer en casa las croquetas de 'panetonne', el plato estrella del Gastronomic Forum Barcelona 2023
 

Me acabo la croqueta y me voy a buscar algún otro expositor interesante. Alguna cosa que me llame la atención más allá de cocinas de última generación, canelones de lujo hechos con ingredientes extraños y hamburguesas veganas hechas con quince proteínas vegetales. Y entre tanta modernez, una pequeña parada: Terra Pagesa. Un proyecto que une a pequeños productores con comercios locales de Barcelona y el área metropolitana, y que tiene el objetivo de tejer red en el sector del auténtico producto de proximidad. Aquel que se hace en casa, se vende en casa y lo compran los de casa. Producto fresco y de calidad de la huerta catalana que llena las despensas de las casas de Barcelona.

La cabra tira al monte

Son las once y media y la cosa se empieza a animar. Hay mil sitios interesantes, pero cuando he dado la primera vuelta ya he fichado uno que me ha llamado especialmente la atención. De hecho, son unos cuantos. Al final del pabellón, al lado de los restaurantes, hay varios expositores de las tierras de Lleida. Y ya se sabe que la cabra tira al monte, así que no me he podido resistir. Vino, fruta, queso, chocolate, aceite, embutidos... hay de todo. La primera parada es la Denominación de Origen Protegida Pera de Lleida, un pequeño rincón donde me explican las tres variedades de pera que conforman la DOP (llimonera, conference y blanquilla) y del cual me llevo una pera y un tríptico.

Y de la fruta me voy al vino, un mundo tanto interesante como complejo que, poco a poco, empiezo a descubrir. En el expositor de la DO Costers del Segre me intereso por los diferentes territorios que conforman la marca, un total de siete lugares que van desde la Seu d'Urgell hasta las Garrigues. Espacios que me resultan familiares y que me hace especial ilusión conocer más a fondo. Pruebo uno de los vinos que tienen, cojo un par de hojas de información, y me voy hacia el Gran Blau, uno de los grandes expositores de la feria. Allí me explican las diferentes variedades de pescado que tienen y pruebo algunas delicatessen, como las ostras del Delta del Ebre o el salmón salvaje de Alaska. Un auténtico festival de sabores con el que me planto, sin saber demasiado bien como, a la una y media de la tarde.

Pescado salvaje de Gran Blau - O.F.D

Cuento contado...

Y ya se ha acabado. Toca recoger velas y marcharse. Con la barriga llena y ganas de volver, acabo una jornada de lo más interesante. Realmente es imposible conocer cada rincón del Forum. Conviene ir preparado y con los deberes hechos, para profundizar en aquello que te llame más la atención. Pero si alguna vez tenéis la oportunidad, id. Es una experiencia única con la cual se aprenden muchas, muchísimas cosas. Productos, restauradores, cocinas, vajillas, uniformes, diseñadores de cartas para restaurantes, expositores de comida a domicilio... todo aquello que tenga una mínima relación con la gastronomía está en el Gastronomic Forum Barcelona.