El café es un producto indispensable para gran parte de la población. Hay quien lo toma como si fuera gasolina y hay a quien le gusta preparárselo con calma y disfrutarlo con tiempo. En cualquier caso, el café se puede tomar de mil maneras: cortado, con leche, solo, americano, con hielo, carajillo... Lo que seguramente no sabías es que también existe el café catalán, una manera de prepararlo que incluye ingredientes muy tradicionales. Te explicamos qué es y cómo hacer el café catalán.
Café catalán
Todo el mundo conoce el café irlandés, una bebida hecha con café, güisqui y nata. Pero lo que no es tan popular es el café catalán, también conocido como "Catalanish" en algunos rincones del país, en referencia al similar "Irish Coffee" (café irlandés en inglés). Se trata de un invento relativamente moderno que no se estila mucho en las cartas contemporáneas. En Catalunya hay mucha tradición de carajillo (café con un chorro de crema o licor), pero no somos mucho de recetas de café más sofisticadas. El café catalán tiene varias versiones, pero en todas hay tres elementos en común: el café, la nata y la crema catalana.
Para hacer la versión popular y sencilla del café catalán necesitarás:
- Café
- Licor de crema catalana
- Nata
- Azúcar
Haz un café expreso y resérvalo en una jarra pequeña. En el vaso en que quieras servir el café catalán -preferiblemente un vaso transparente-, pon un buen chorro de licor de crema catalana. Encima, tendrás que verter el café. Procura hacerlo poco a poco para que los dos líquidos se mezclen lo menos posible. Finalmente, pon la nata sobre el café y corónalo con un poco de azúcar. Quema el azúcar con un soplete, al igual que lo harías con la crema catalana, y ya tendrás tu café catalán hecho en un momento.
Diferentes versiones
Si te apetece probar alguna variación con esta receta, puedes modificar alguno de los pasos con ingredientes similares. Puedes hacer una emulsión de leche con almíbar para sustituir el licor de crema catalana. Para hacer el almíbar, infusiona agua, azúcar, canela y discos de limón en un recipiente metálico y déjalo reducir a fuego lento durante unos 20-30 minutos. Pon esta mezcla en la base, a continuación el café, la nata y el azúcar quemado.
Si nos ponemos sibaritas, la versión más potente de este café consiste en sustituir el licor de crema catalana por crema catalana
Y si nos ponemos sibaritas, la versión más potente de este café consiste en sustituir el licor de crema catalana por crema catalana. Pon en la base del vaso, seguido del café, la nata y el azúcar quemado. Una versión un poco más extrema que, de hecho, puedes combinar con el original; es decir, una combinación de crema catalana y licor de crema catalana. Un postre parecido al helado catalán, que consiste en una bola de vainilla ahogada en ratafía. Mézclalo como quieras, pero siempre con moderación y criterio. La gracia de la cocina doméstica es acabar encontrando aquella receta única que hará que tus platos, y vasos, sean especiales.