Las croquetas son una delicia culinaria apreciada en muchas culturas, especialmente en la cocina española. Sin embargo, uno de los desafíos más comunes al preparar croquetas es que estas no se abran durante la fritura. Aquí te presentamos algunos consejos y trucos para asegurar que tus croquetas queden perfectas y mantengan su forma.
Hacer croquetas y que no se abran al freírlas
Paso a paso para hacer unas croquetas perfectas y que no se abran al freírlas.
Preparación de la masa
El primer paso crucial es la preparación adecuada de la masa. La base de una buena croqueta es una bechamel espesa. Para lograrlo, asegúrate de cocinar la harina con la mantequilla por suficiente tiempo para que pierda el sabor crudo. Luego, añade la leche poco a poco, removiendo constantemente para evitar grumos. La proporción típica es de 100 gramos de harina por cada litro de leche. Añadir los ingredientes principales (jamón, pollo, setas, etc.) bien picados y en una cantidad que no sobresature la masa también es fundamental. La masa debe ser suficientemente espesa para que mantenga su forma al enfriarse.
Enfriamiento
Después de cocinar la masa, es esencial dejarla enfriar completamente. La mejor manera es extender la masa en una bandeja para que se enfríe de manera uniforme y cubrirla con papel film, asegurándote de que el plástico toque la superficie de la masa para evitar que se forme una costra. Dejarla reposar en el refrigerador por al menos cuatro horas, preferiblemente toda la noche, ayudará a que la masa se endurezca lo suficiente como para formar croquetas sin problemas.
Formato de las croquetas
Cuando formes las croquetas, asegúrate de compactarlas bien con las manos para que no queden huecos de aire en su interior, lo que podría causar que se abran durante la fritura. Usar las manos ligeramente enharinadas puede ayudar a darles forma sin que se peguen.
Empanado
El empanado es un paso crucial para mantener las croquetas intactas. Primero, pásalas por harina, luego por huevo batido, y finalmente cúbrelas bien con pan rallado. Repetir este paso de pasar por huevo y pan rallado una segunda vez (doble empanado) proporciona una capa extra que ayuda a prevenir que las croquetas se abran al freírlas. Asegúrate de que todas las croquetas estén completamente cubiertas y sin áreas descubiertas.
El empanado es un paso crucial para mantener las croquetas intactas
Fritura
El aceite debe estar a la temperatura adecuada, generalmente entre 170 o 180 °C. Si el aceite está demasiado frío, las croquetas absorberán más aceite y se volverán grasientas; si está demasiado caliente, se dorarán demasiado rápido por fuera y podrían abrirse. Fríe pocas croquetas a la vez para mantener la temperatura del aceite constante. También es importante no moverlas mucho durante la fritura; dales la vuelta solo una vez para asegurar un dorado uniforme.
Reposo post-fritura
Después de freírlas, coloca las croquetas en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Déjalas reposar unos minutos antes de servirlas. Este pequeño reposo también ayuda a que se asienten y mantengan su forma. Siguiendo estos pasos, podrás disfrutar de croquetas perfectamente crujientes por fuera y cremosas por dentro, sin preocuparte de que se abran al freírlas.