¡Feliz Año, gourmeters! La gastronomía no descansa y para celebrar en el 2025 te traemos una delicia, seguramente la más preciada, en torno a los quesos. ¡Se trata de la fondue! En el capítulo de esta semana, el copropietario de Llet Crua, Xevi Miró, nos explica el paso a paso para no perder detalle y hacer la mejor fondue de quesos en casa. La fondue de quesos es un plato tradicional que simboliza la convivencia y el placer de compartir una comida en torno a una mesa. Originaria de Suiza, esta receta se ha popularizado por todo el mundo gracias a su simplicidad y su sabor reconfortante. La palabra "fondue" proviene del francés y significa "fundición", haciendo referencia al proceso de fundir queso para convertirlo en una salsa cremosa.


El origen de la fondue se remonta a los Alpes suizos, donde las familias campesinas buscaban formas de aprovechar el pan seco y los quesos endurecidos durante los largos inviernos. La combinación de estos ingredientes básicos con vino blanco dio lugar a un plato nutritivo y delicioso. Con el tiempo, la fondue se convirtió en un símbolo cultural de Suiza, y 1930, la Unión Suiza de Quesos la promocionó como plato nacional, consolidando su popularidad.

Cómo hacer una fondue de quesos en casa

Elaborar una fondue de quesos es un proceso relativamente sencillo, pero requiere cierto cuidado para conseguir una textura perfecta y un sabor equilibrado. A continuación, se detalla el paso a paso para preparar una fondue clásica. Los ingredientes principales son:

  • 200 g de queso Gruyer
  • 200 g de queso Emmental o Vacherin
  • 1 diente de ajo
  • 300 ml de vino blanco me siento (como el Fendant, típico de Suiza)
  • 1 cucharada de almidón de maíz (Maizena)
  • 1 cucharada de licor de cereza (Kirsch), opcional
  • Pimienta blanca y nuez moscada al gusto
  • Pan rústico o baguette, cortado en dados

Cada comensal utiliza un tenedor largo para pinchar un dado de pan y sumergirlo en la fondue. Es fundamental mantener la mezcla caliente y removerla de vez en cuando para que el queso no se solidifique

Con respecto a la preparación. En primer lugar, ralla los quesos y resérvalos. Friega el interior de la cazuela de fondue (o una olla de fondo grueso) con un diente de ajo partido por la mitad. Eso aporta un toque sutil de sabor. A fuego bajo, calienta el vino blanco hasta que esté a punto de hervir, pero llegar a ebullición. Añade gradualmente los quesos rayados, removiendo constantemente con una cuchara de madera en forma de ocho para evitar que se enganchen. Continúa con la disolución del almidón de maíz con el licor de cereza e incorpóralo a la mezcla. Eso ayudará a espesar la fondue y a conseguir una textura homogénea. Condimenta con pimienta blanca y un poco de nuez moscada al gusto. Finalmente, cuando la fondue esté lisa y cremosa, coloca la cazuela sobre un hornillo de mesa para mantenerla caliente.

Leche Cruda Quesos Xevi Miró / Foto: Raquel Sánchez
Leche Cruda Quesos Xevi Miró / Foto: Raquel Sánchez

Aunque la fondue de quesos es la más clásica, existen muchas variantes que vale la pena explorar. La fondue bourguignonne, por ejemplo, consiste en sumergir trozos de carne en aceite caliente, mientras que la fondue de chocolate es una opción dulce ideal para postres, donde frutas frescas y golosinas se mojan en chocolate fundido. Además, hoy día, se pueden encontrar recetas de fondue vegana elaborada con quesos alternativos a base de frutos secos y otros ingredientes vegetales, adaptando esta tradición a las necesidades alimentarias modernas. Así pues, la fondue no solo es una comida, sino también una experiencia social que invita a la proximidad y la conversación. Sea para una celebración especial o una noche tranquila de invierno, este plato sigue siendo un referente culinario que atraviesa fronteras y une generaciones.