El kebab, un plato originario del Medio Oriente, se ha convertido en un favorito en todo el mundo. Si bien es común encontrarlo en restaurantes y puestos callejeros, prepararlo en casa es más sencillo de lo que parece y te permite disfrutar de un kebab auténtico y delicioso. El secreto está en los ingredientes, el marinado y la cocción. Aquí verás cómo hacerlo en casa para que el sabor sea lo más parecido posible al de un kebab tradicional.

Cómo hacer un kebab en casa

Para preparar kebab en casa, necesitarás:

  • 500 g de carne de cordero o ternera (puedes usar pollo si lo prefieres)
  • 1 yogur natural
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cebolla grande
  • Zumo de 1 limón
  • 2 cucharaditas de comino molido
  • 2 cucharaditas de pimentón dulce
  • 1 cucharadita de cúrcuma
  • 1 cucharadita de cilantro molido
  • Pimienta negra al gusto
  • Sal al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pan de pita o pan plano para servir
  • Verduras frescas: lechuga, tomate, pepino, cebolla morada
  • Salsa de yogur o tahini (opcional)
Kebab con patatas / Foto: Unsplash

Marinado de la carne: la clave del sabor auténtico

El primer paso y uno de los más importantes es marinar la carne. Esto le dará ese sabor auténtico al kebab. Corta la carne en tiras finas o cubos pequeños y colócala en un bol grande. En un procesador de alimentos, mezcla el yogur, los ajos picados, la cebolla, el zumo de limón y las especias (comino, pimentón, cúrcuma, cilantro, sal y pimienta). Tritura hasta obtener una mezcla homogénea y vierte esta marinada sobre la carne. Remueve bien para que la carne quede completamente cubierta por la mezcla. Tapa el bol y deja reposar en la nevera durante al menos 4 horas, aunque lo ideal es dejarla toda la noche para que los sabores se impregnen por completo.

El primer paso y uno de los más importantes es marinar la carne

Cocción de la carne y montaje del kebab

Tradicionalmente, el kebab se cocina en un asador vertical, pero en casa puedes lograr un resultado similar usando una sartén o parrilla. Si tienes una parrilla, es la mejor opción, ya que le dará a la carne ese toque ahumado característico. Calienta la parrilla o la sartén a fuego medio-alto y añade un poco de aceite de oliva. Cocina las tiras de carne hasta que estén doradas por fuera y tiernas por dentro, unos 5-7 minutos por cada lado. Si estás utilizando una sartén, asegúrate de no sobrecargarla para que la carne se cocine de manera uniforme.

El kebab se suele servir en pan de pita o pan plano. Calienta ligeramente el pan en la parrilla o en una sartén para que esté suave y flexible. Coloca las tiras de carne cocida en el pan y añade las verduras frescas cortadas en rodajas finas, como lechuga, tomate, pepino y cebolla morada.

Kebab comercial / Foto: Unsplash

Salsas: el toque final

Para darle ese toque extra de autenticidad, puedes añadir una salsa de yogur, hecha mezclando yogur natural con ajo picado, zumo de limón, sal y pimienta, o bien utilizar tahini (salsa de sésamo). Estas salsas complementan perfectamente el sabor de la carne especiada.

Unos apuntes finales importantes. Empezamos por la carne, pues el cordero es la carne más tradicional para el kebab, pero la ternera y el pollo también funcionan bien. Marinado: No escatimes en tiempo de marinado. Cuanto más tiempo repose la carne, mejor será el sabor final. Verduras frescas: Las verduras frescas y crujientes añaden una textura y frescura que equilibra el sabor intenso de la carne.