La nata montada es un delicioso y versátil acompañamiento que puede elevar cualquier postre o bebida a otro nivel. Aunque la versión tradicional requiere nata líquida y azúcar, ¿sabías que puedes hacer una nata montada deliciosa con solo dos ingredientes y en pocos minutos? Sí, es posible, y aquí te enseñaremos cómo hacerlo. Lo primero que necesitas es nata para montar y azúcar glas. La nata para montar debe tener un contenido de grasa mínimo del 35% para asegurar una monta adecuada. El azúcar glas se utiliza porque es más fino que el azúcar granulado, lo que facilita su integración en la nata y evita la formación de grumos.
La nata para montar debe tener un contenido de grasa mínimo del 35% para asegurar una monta adecuada
Aquí tienes los pasos para hacer nata montada con solo dos ingredientes:
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Refrigera la nata y los utensilios: Antes de comenzar, es importante asegurarse de que la nata esté bien fría. También es recomendable refrigerar el bol y las varillas de batir durante al menos 15 minutos antes de empezar, ya que el frío ayuda a que la nata monte más rápido y con mayor volumen.
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Vierte la nata en el bol frío: Vierte la cantidad deseada de nata para montar en el bol frío. Es importante no llenar el bol hasta arriba, ya que la nata aumentará de volumen cuando se monte.
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Bate la nata a velocidad media-alta: Utiliza unas varillas eléctricas o una batidora de mano para batir la nata a velocidad media-alta. Esto ayudará a incorporar aire en la nata y a que monte más rápido. Es importante no batir demasiado rápido al principio para evitar que la nata salpique fuera del bol.
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Añade el azúcar glas: Una vez que la nata empiece a espesar y se formen picos suaves, añade el azúcar glas poco a poco. El azúcar glas se mezclará fácilmente con la nata y ayudará a estabilizarla, haciendo que mantenga su forma durante más tiempo.
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Continúa batiendo hasta que se formen picos firmes: Sigue batiendo la nata hasta que alcance la consistencia deseada. Debe formar picos firmes que se mantengan en su lugar cuando levantes las varillas. Es importante no batir demasiado, ya que la nata puede volverse grumosa si se bate en exceso.
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Sirve inmediatamente o refrigera: Una vez que la nata esté montada, puedes utilizarla inmediatamente para decorar tus postres o bebidas favoritas. Si no la vas a utilizar de inmediato, puedes refrigerarla en un recipiente hermético durante varias horas. La nata montada casera tiende a perder firmeza con el tiempo, por lo que es mejor consumirla dentro de las primeras 24 horas.
¡Y eso es todo! Con solo dos ingredientes y unos pocos minutos de trabajo, puedes hacer una deliciosa nata montada casera que seguramente impresionará a tus amigos y familiares. Disfruta de esta versátil y deliciosa crema en tus postres, cafés, batidos o cualquier otra creación culinaria que se te ocurra.