La chef del Semproniana, Ada Parellada, se adentra en las casas de los amantes de la cocina más intrépidos de Catalunya para resolver dudas semanales sobre los productos del día a día. Desde verduras y todo tipo de hortalizas y frutas, hasta cualquier tipo de dulce, pasando por la carne y el pescado. Maneras para aprovechar los alimentos en su esplendor, técnicas innovadoras y consejos que, en definitiva, nos harán disfrutar de una vida y un recetario más cómodo en los fogones de nuestra casa. El consejo revelador que esta semana nos expone la cocinera catalana es cómo hacer pastillas de caldo caseras, un truco indispensable que no podrás dejar de utilizar.
Coge libreta y bolígrafo, y dale play al vídeo para averiguar todos los consejos de Ada Parellada de esta semana.
Cómo hacer pastillas de caldo caseras
Las pastillas de caldo a menudo son vistas como una manera de hacer trampas en la cocina. Un recurso que nos ahorra tiempo y nos aporta mucho sabor en las preparaciones. Pero precisamente, el ahorro de tiempo y el aumento de sabor son dos factores que nos benefician, y tener unas pastillas de caldo preparadas para una ocasión en que las necesitemos, es una ventaja que hay que saber aprovechar. Lo que no podemos hacer es abusar de pastillas prefabricadas, pero con esta elaboración casera, podrás preparar unas deliciosas bombas de sabor con verduras y carne de manera casera y natural. Un truco que no sabías que necesitabas y que podrás adaptar con los ingredientes que tengas o que más te gusten.
Un truco que no sabías que necesitabas y que podrás adaptar con los ingredientes que tengas o que más te gusten
Ingredientes:
- 200 g de muslo de pollo o de pechuga de pollo
- 500 g de verduras variadas. En mi caso:
- 2 dientes de ajo
- 1 cebolla grande
- 1 puerro
- 1 rama de apio
- 1 zanahoria
- Las hojas externas de una coliflor
- 20 g de sal
- 1 cucharada de hierbas variadas mediterráneas
- 1 cucharada de pimentón
- Media cucharadita de pimienta negra
- 100 ml de vino blanco
- Aceite de oliva
Elaboración:
Picamos las verduras bien pequeñas. En una sartén ponemos un chorro de aceite y cocemos lentamente todas las verduras durante exactamente 30 minutos. Tienen que quedar bien blandas. Ponemos la sal, la pimienta y el pimentón. Ponemos el pollo cortado a daditos pequeños, previamente sazonado con sal. Subimos el fuego y cocemos el conjunto hasta que vemos que el pollo está bien cocido. Ponemos el vino blanco y esperamos que evapore. Trituramos y volvemos a la sartén, a fuego medio, hasta que vemos que pierde el máximo de líquido. Congelamos en una bandeja de hacer cubitos y ya lo tendrás a punto para cuando te haga falta un caldo reconfortante o para cuando tengas que añadir a un guiso o un arroz.