Las calçotadas tienen un producto estrella sin el cual no se puede celebrar ninguna fiesta. Y no hablemos de los calçots, sino de la salsa que los acompaña: el romesco. Una salsa deliciosa en la cual mojar los calçots, el pan, la longaniza y todo lo que tú quieras. Hoy te explicamos cómo hacer la salsa de calçots, una receta fácil y deliciosa.
Cómo hacer romesco
El romesco es uno combinación deliciosa de ingredientes que popularmente sirve para acompañar a los calçots. Una salsa, sin embargo, que se puede utilizar en cualquier receta y para acompañar cualquier otro tipo de plato, como carne o pescado. Para hacerlo necesitaremos los siguientes ingredientes:
- Tomates escalivados
- Pimientos del romesco escalivados
- Ajos escalivados
- Pimentón dulce
- Vinagre
- Almendras tostadas
- Avellanas tostadas
- Pimienta negra
- Aceite de oliva
- Sal
- Pan
Las cantidades de los ingredientes variarán en función de la salsa que quieras hacer. Te recomendamos que utilices las medidas para hacer salsa para cuatro comensales, aproximadamente.
🍯 Receta de romesco
Lo primero que tienes que hacer es escaldar las ñoras y escalivar los tomates y los ajos al horno. Dos pasos previos que nos servirán para trabajar mejor los ingredientes más adelante. Al cabo de un rato, añade el pan al horno para que se tueste. Ten cuidado con que no se queme. Mientras tanto, pela los frutos secos (almendras y avellanas, o algún otro fruto seco que le quieras poner) y mézclalo con el pimentón en un mortero o un procesador de alimentos. Añade también el pan y la carne de las ñoras. Para obtener la carne, tenemos que sacar las semillas y rascar con un cuchillo el interior de la ñora. La pulpa que sacamos es la que tendremos que verter al procesador de alimentos. Cuela el tomate, añádelo (sin piel) a la mezcla, y vierte un chorro de vinagre, un chorro de aceite, sal y pimienta al gusto, y ya lo puedes triturar todo.
El romesco es uno combinación deliciosa de ingredientes que popularmente sirve para acompañar a los calçots. Una salsa, sin embargo, que se puede utilizar en cualquier receta y para acompañar cualquier otro tipo de plato, como carne o pescado
Mezcla los ingredientes hasta que se incorporen bien y la salsa coja la textura deseada. Puede ser más espesa o más líquida, pero idealmente tiene que quedar líquida, de manera que todos los ingredientes se hayan mezclado del todo y no queden más grumos que los que puedan generar el pan y los frutos secos, un toque ligeramente crujiente que hace del romesco una salsa especial. Sirve la salsa en una salsera y ponla en medio de la mesa para que todo el mundo pueda ir mojando. La magia del romesco es compartirla entre todos, y no servir un poco a cada plato. Puedes hacerlo, si quieres, pero una calçotada rústica siempre es mucho más divertida.