La cocina tradicional catalana es rica en recetas de aprovechamiento, aquellas que con pocos ingredientes logran crear platos reconfortantes y llenos de sabor. Una de las más sencillas y antiguas es la sopa de tomillo, un plato humilde que ha perdurado en el tiempo gracias a su facilidad de preparación y a las propiedades beneficiosas del tomillo.
Cómo hacer sopa de tomillo: una receta muy fácil
La sopa de tomillo tiene sus raíces en la cocina rural catalana, donde los ingredientes eran limitados y era necesario aprovechar al máximo los recursos disponibles. Este plato se popularizó entre los pastores y campesinos, quienes lo preparaban con pan seco, agua o caldo y unas ramitas de tomillo, una hierba aromática que se encuentra en abundancia en los campos mediterráneos. Con el tiempo, la receta se ha adaptado, incorporando otros ingredientes para enriquecer su sabor sin perder su esencia sencilla.
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Ingredientes básicos y el paso a paso de una sopa reconfortante
Para preparar una auténtica sopa de tomillo, necesitas pocos ingredientes, la mayoría de los cuales probablemente ya tienes en casa:
- 1 litro de agua o caldo de verduras
- 2 o 3 ramas de tomillo fresco o seco
- 2 dientes de ajo
- 2 rebanadas de pan seco
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
- 1 huevo opcional (para una versión más nutritiva)
El plato se ha ido enriqueciendo con nuevos ingredientes a lo largo del tiempo
Dorar el ajo: En una cazuela, calienta el aceite de oliva a fuego medio y sofríe los dientes de ajo pelados y enteros hasta que estén dorados. Infusionar el tomillo: Añade el tomillo y vierte el agua o caldo caliente en la cazuela. Deja hervir a fuego lento durante unos 10-15 minutos para que la infusión de tomillo impregne el líquido con su sabor y propiedades. Añadir el pan: Incorpora las rebanadas de pan seco a la cazuela y deja que se empapen bien en la sopa. Puedes desmenuzarlas con una cuchara para una textura más espesa. Opcional: añadir huevo: Si deseas enriquecer la sopa, puedes batir un huevo y añadirlo lentamente al caldo caliente mientras remueves con una cuchara para formar hilos de huevo. Rectificar sabor y servir: Ajusta la sal y la pimienta al gusto. Sirve caliente, acompañada de un chorrito de aceite de oliva extra virgen.
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El tomillo es conocido por sus propiedades digestivas y antibacterianas, lo que convierte esta sopa en un remedio casero ideal para resfriados y malestares estomacales. Además, puedes adaptarla añadiendo un poco de cebolla caramelizada o incluso queso rallado para darle un toque más sustancioso. Esta receta, humilde y reconfortante, sigue siendo un testimonio del ingenio culinario catalán y una opción perfecta para las noches frías o cuando se busca una comida sencilla pero deliciosa.