La chef del Semproniana, Ada Parellada, se adentra en las casas de los gastrónomos más intrépidos de Catalunya para resolver dudas semanales sobre los productos del día a día. Desde verduras y todo tipo de hortalizas y frutas, hasta cualquier tipo de dulce, pasando por la carne y el pescado. Maneras para aprovechar los alimentos en su esplendor, técnicas innovadoras y consejos que, en definitiva, nos harán disfrutar de una vida y un recetario más cómodo en los fogones de nuestra casa. El consejo revelador que esta semana nos expone la cocinera catalana es cómo limpiar correctamente las setas, un truco indispensable que no podrás dejar de utilizar.

Coge libreta y bolígrafo, y dale play al vídeo para averiguar todos los consejos de Ada Parellada de esta semana.

Cómo limpiar setas

Las guardaremos siempre como llegan, sin limpiar. Las limpiaremos en el momento de cocinar.

Boletus

Repelamos la base, que es donde se concentra toda la tierra. Con un trapo húmedo, repasamos la copa para retirar las hojas adheridas o la maleza que haya.

Níscalos

Cortamos la base del pie para extraer la tierra adherida. Revisamos que no estén carcomidos. Con un trapo húmedo sacamos lo que tengan adherido a la parte superior. Si tienen mucha pinaza, arena o suciedad, los sumergimos en agua y les hacemos un masaje dentro del agua durante el mínimo de tiempo posible. Los acabamos de repasar con un trapo húmedo.

Camagrocs

Los sumergimos en abundante agua, solo un momento. Los ponemos sobre un colador y los vamos repasando uno a uno, retirando el pedúnculo que siempre tiene tierra adherida y retirando toda la pinaza y hojas.

A tener en cuenta

1. Los níscalos y los rebozuelos es mejor no hundirlos en agua porque la chupan y quedan muy aguados. En cambio, la llenega blanca no le pasa tanto por la textura que tiene. Si tenéis colmenillas, sí que las podéis pasar por agua.

2. Así, para limpiar los rebozuelos, tenéis que pelar el tronco, porque si no le da un gusto amargo. Sacad la piel del tronco. Acto seguido, coged un trapo limpio, humedecedlo y pasadlo por el rebozuelo para que no quede suciedad. Así ya lo tendréis preparado para pasar por la sartén.

3. Con respecto a los níscalos, cuando son tipos botones, veréis que tienen más suciedad, porque están más a ras de tierra. Para limpiarlos, sacad el tronco con un cuchillo y comprobad que no está carcomido. Si no lo está, limpiadlo con el trapo húmedo. Es un trabajo que puede ser pesado porque se tiene que pasar bien el trapo.

4. En cuanto a las llenegues blancas, limpiadlas arrancando con el cuchillo el trozo final del tronco, donde queda tierra. Las podéis sumergir dentro de un cuenco de agua para que se limpien bien.