Hay muchos motivos por los que se necesita encontrar una alternativa para el huevo. En este caso, la nutricionista que nos da estos trucos confiesa que todo empezó cuando a su hijo le diagnosticaron alergia al huevo, una de las más comunes entre niños, aunque, por fortuna, la mayoría de los casos son transitorios. Pero existen otras razones. Por ejemplo, ser vegano y no querer consumir productos de origen animal. O, algo que nos puede ocurrir en todos los hogares, que con la receta ya en marcha nos demos cuenta de que no tenemos ni un solo huevo en la nevera. ¿A quién no le ha pasado?
Cómo sustituir el huevo en todas tus recetas
El huevo está muy presente en recetas de todo tipo. Ya sea solo, frito, tortilla o revuelto, o como parte de salados o de dulces. Y es que lo mismo añadimos un huevo a unas albóndigas que a un bizcocho, a una sopa que unas galletas… y la lista podría ser eterna. O podría ser de chef, ya que en este caso el objetivo es lograr la misma textura y consistencia utilizando otros ingredientes que la que se consigue con un huevo. Natalia Celma, más conocidas en redes como @nataliacelmadiet, ha compartido una tabla de equivalencias que es una maravilla. Un largo trabajo de prueba y error junto a mucha investigación para que ahora podamos olvidarnos de los huevos sin sufrir con el cómo quedará la receta.
En recetas dulces
El gran aliado en este caso son las semillas, tanto de chía como de lino. Una cucharadita de la elegida más una cucharada de agua dan como resultado una preparación que nos puede servir como huevo. Más sencillo (y dulce) es sustituir el huevo por cuatro cucharadas de postre de crema de cacahuete o también nos sirve el yogur vegetal sin edulcorantes. Para aportar un extra de vitaminas (que nunca vienen mal) nos pueden servir o 60 gramos de puré de hortalizas cocidas (zanahoria y calabaza son las más dulces) o de frutas, como plátano, manzana o pera.
En platos salados
En la mayoría de los platos salados se busca lograr una textura más cremosa y que aglutine el resto de los ingredientes, como puede ser el caso de las albóndigas o ciertos pasteles de verduras. La opción más rápida es añadir 60 gramos de tofu triturado. Las otras incluyen una harina, ya sea de garbanzos o de maicena. De la primera se necesitan 30 gramos, que se mezclan con 60 ml de agua. Por otro lado, si se tiene a mano maicena, con dos cucharadas más 30 ml de agua, se logra una mezcla que da muy buen resultado a la hora de sustituir el huevo.