Los crepes son el comodín perfecto para unos postres, un desayuno o una merienda. De entrada se pueden comer en casi cualquier momento del día, pero es que además se pueden hacer con los ingredientes que más te gusten. Dulces y salados, maridados con un zumo o con una copa de vino. Este dulce de origen francés celebra hoy, día de la Candelera, su día mundial.

Origen bretón

Si tuviéramos que adjudicar el origen de los crepes a algún personaje de ficción, los candidatos más indicados serían, sin duda, Astérix y Obélix. Los resistentes galos son los abanderados de una tierra, Bretaña, que es la cuna de uno de los dulces - y salados - más populares de todo el mundo. Los crepes, por si existe la remota posibilidad de que alguien todavía no sepa qué son, se elaboran con diferentes tipos de cereales - que conforman la base de la masa - y el condimento o relleno que más te guste.

El crepe de chocolate con fruta es uno de los dulces más exquisitos que te puedes encontrar en una carta de postres
El crepe de chocolate con fruta es uno de los dulces más exquisitos que te puedes encontrar en una carta de postres. / Foto: Pixabay

A diferencia del pueblo galo de los personajes de Goscinny y Uderzo, los crepes son mundialmente famosos y queridos por todo el mundo, incluso por los romanos

Los más conocidos y populares son los crepes de chocolate, elaborados hasta el infinito en tiendas callejeras de grandes ciudades turísticas y en postres de restaurantes que saben la carta que tienen que jugar para gustar a cualquier cliente famélico. A diferencia del pueblo galo de los personajes de Goscinny y Uderzo, los crepes son mundialmente famosos y queridos por todo el mundo, incluso por los romanos.

El mundo de este dulce - y salado, insistimos - va mucho más allá del chocolate, pero sobre todo de la masa esponjosa

Sabrosas y crujientes

La imagen que todo el mundo tiene en la cabeza de los crepes es la de una masa esponjosa doblada sobre sí misma y rellena de chocolate deshecho. Y efectivamente, este es un crepe delicioso. Pero el mundo de este dulce - y salado, insistimos - va mucho más allá del chocolate, pero sobre todo de la masa esponjosa. En Francia se conoce a los crepes crujientes como galettes. Es fácil intuir que la galette tiene una textura y sabor similar a una galleta, crujiente y dura, con un sabor y textura similares a lo que aquí conocemos como 'gofre'. Pero la galette no deja de ser otro tipo de crepe, a menudo reservado para los acompañamientos salados. ¿Hay alguna norma que dicte qué crepes se comen con qué? Evidentemente, no. Si te apetece comerte un crepe esponjoso con jamón dulce y queso, adelante. Y si la galette te gusta más con chocolate deshecho y azúcar glas, pues bienvenido sea también. ¡Desde el chocolate hasta el sirope, pasando por mermeladas, confituras, frutas y embutidos, los crepes son un lienzo en blanco para los amantes de la buena cocina dulce - y salada! -.