Si quieres que un plato te quede rico, solo le tienes que añadir un buen sofrito con cebolla. Es matemático: plato con cebolla, plato que triunfa. Pues lo mismo pasa con las vinagretas y el chalote, un alimento similar a la cebolla que es la clave del éxito de las mejores vinagretas que puedas preparar en casa. Te explicamos todo lo que tienes que saber sobre este ingrediente secreto.

🧅 Receta de cebolla caramelizada
 

Una planta centenaria

El chalote es un tipo de planta en forma de bulbo, similar a la cebolla, pero de tamaño más pequeño y de forma más alargada. Una especie de hortaliza a medio camino entre la cebolla y el ajo, muy apreciado en la gastronomía francesa, pero también un imprescindible a la hora de hacer salsas y vinagretas al más puro estilo mediterráneo catalán. Muy habitual en cultivos del país galo, se empezó a popularizar en el siglo XVII. La mejor manera de prepararlas es con el método infalible de la cocina a fuego lento. Un hervor constante que extraiga todo el sabor. Se trata de un producto que se puede conservar hasta 6 meses y que es fácil de reconocer por su forma y color. También se utilizan para hacer adobados. La mejor manera de incorporarlo en salsas, sin embargo, es haciendo un puré.

El chalote es un tipo de planta en forma de bulbo, similar a la cebolla pero de tamaño más pequeño y de forma más alargada. Una especie de hortaliza a medio camino entre la cebolla y el ajo

Chalotes / Foto: Bonpreu
Chalotes / Foto: Bonpreu

La mejor vinagreta se hace con chalote

Vinagretas y salsas hay de mil tipos. Para hacer una buena vinagreta o salsa con chalote, no hace falta que sea una "vinagreta de chalote" como tal. Lo más importante es saber incorporar este ingrediente de la manera que mejor se adapte al plato donde lo utilizaremos. Hay varias maneras de añadir este bulbo a nuestros platos.

🥗 Receta de ensalada de tomate, kiwi y queso fresco con vinagreta de mostaza
 

Lo más importante es saber incorporar este ingrediente de la manera que mejor se adapte al plato donde lao utilizaremos. Hay varias maneras de añadir este bulbo a nuestros platos

Como hemos dicho antes, triturada y en forma de puré es como más sabores captaremos, pero también se puede añadir cortado en juliana o en dados pequeños, para mantener la textura del producto, rallada por encima o incluso escalivada y chafada. Imaginación al poder. Lo que es innegable es que añadir este ingrediente a tus preparaciones elevará el nivel de tu cocina a niveles insospechados. Y más importante que hacer la salsa, es saber con qué la combinaremos. El pan es el comodín indiscutible, pero una buena ensalada de tomate, un filete de carne, o una ración de caracoles a la lata, son opciones igual de válidas y deliciosas.