Los croissants son un deleite clásico de la repostería francesa, conocidos por su textura hojaldrada y su sabor mantecoso. Aunque su elaboración tradicional puede parecer intimidante, con esta receta simplificada podrás disfrutar de croissants caseros sin complicaciones. La clave está en utilizar ingredientes de alta calidad y seguir los pasos con precisión.

Croissant casero: la receta más fácil

Ingredientes:

  • 250 gramos de harina de trigo
  • 10 gramos de sal
  • 30 gramos de azúcar
  • 10 gramos de levadura fresca
  • 125 mililitros de leche tibia
  • 150 gramos de mantequilla fría
Croissant, un placer internacional / Foto: Unsplash

Los croissants son un deleite clásico de la repostería francesa

Paso a Paso:

  1. Preparar la masa: En un bol grande, mezcla la harina, la sal y el azúcar. Desmenuza la levadura fresca sobre los ingredientes secos y mezcla. Agrega la leche tibia poco a poco mientras amasas hasta formar una masa suave y homogénea. Si la masa está muy pegajosa, añade un poco más de harina. Si está muy seca, agrega un poco más de leche.

  2. Reposo inicial: Forma una bola con la masa y colócala en un bol ligeramente enharinado. Cubre con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente una hora o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.

  3. Incorporar la mantequilla: Mientras la masa reposa, prepara la mantequilla. Coloca los 150 gramos de mantequilla fría entre dos hojas de papel de hornear y aplana con un rodillo hasta formar un rectángulo de aproximadamente 1 cm de grosor. Lleva la mantequilla al refrigerador para mantenerla fría, pero flexible.

  4. Laminado de la masa: Una vez que la masa haya reposado, estírala sobre una superficie ligeramente enharinada formando un rectángulo. Coloca la mantequilla en el centro de la masa y dobla los bordes de la masa sobre la mantequilla, como si envolvieras un regalo. Estira la masa nuevamente en un rectángulo, luego dóblala en tercios como un folleto. Refrigera la masa durante 30 minutos.

  5. Repetir el proceso de laminado: Repite el proceso de estirado y doblado de la masa dos veces más, refrigerando durante 30 minutos entre cada doblado. Este proceso crea las capas hojaldradas características de los croissants.

  6. Formar los croissants: Tras el último período de refrigeración, estira la masa en un rectángulo grande y delgado. Corta triángulos de masa y enrolla cada uno desde la base hasta la punta, formando el clásico croissant. Coloca los croissants en una bandeja para hornear forrada con papel de hornear.

  7. Fermentación final: Deja reposar los croissants formados en un lugar cálido durante una hora, o hasta que hayan aumentado significativamente de tamaño.

  8. Horneado: Precalienta el horno a 200 °C. Pinta los croissants con un poco de huevo batido para darles un acabado dorado. Hornea durante 15-20 minutos o hasta que estén dorados y crujientes.

Hay muchos tipos de croissant en el mundo / Foto: Unsplash

Disfruta de tus croissants caseros recién horneados. Esta receta simplificada te permite saborear la esencia de la repostería francesa sin necesidad de técnicas complicadas ni equipo especializado. Perfectos para el desayuno o la merienda, estos croissants serán un éxito en cualquier ocasión.