A la hora de preparar una ensalada la mayoría de nosotros prestamos especial atención a qué lechugas mezclar o de qué forma, y con qué ingredientes darle un toque original. Sin embargo, ¿ponemos el mismo empeño a la hora de condimentarla? ¿Cuál es el orden a seguir a la hora de aliñar una ensalada para que nos quede perfecta?

A la hora de ponernos manos a la obra en la cocina, consciente o inconscientemente, todos seguimos las formas, tradiciones y costumbres que hemos visto en nuestras casas, los trucos de cocina familiares o incluso de amigos. Esto es lo que sucede también con el orden a seguir a la hora de aliñar una ensalada. Unos empiezan por la sal, otros por el aceite e incluso por el vinagre, pero la mejor de hacerlo forma es: primero la sal, luego el vinagre y, por último, el aceite de oliva virgen extra.

Vinagreta
Vinagreta / Fuente: Unsplash

El motivo es que el aceite crea una película sobre los alimentos que impide que los condimentos que echemos después sean absorbidos. Por otra parte, la razón por la que el vinagre irá en medio es que tiene un alto contenido en agua por lo que ayudará a deshacer la sal que hemos añadido.

¿Y si no me gusta el vinagre?

Como existen soluciones para todo, si no te gusta este condimento o te sienta mal, te proponemos diferentes alternativas para aliñar tus ensaladas sin vinagre. El limón es un perfecto conservante de alimentos y además aporta un toque buenísimo a estos platos. Te puedes incluso animar, en lugar de con limón, a probarla con un chorro de naranja exprimida en aquellas ensaladas a base de ahumados, cebolleta o aceitunas negras.

La creatividad en la cocina hace que a menudo utilicemos nuevas formas de aliñar las ensaladas

Aceite
Aceite / Fuente: Unsplash

¿Y cuando debo aliñar mi ensalada?

La creatividad en la cocina hace que a menudo utilicemos nuevas formas de aliñar las ensaladas, sustituyendo la fórmula de la vinagreta clásica. Las mostazas, la miel, la salsa de soja y las especias se llevan la palma a la hora de aportar toques distintos. Además, en Internet cada vez encontrarás más recetas de aliños que te pueden sorprender.

Eso sí, sea cual sea el aliño que preparemos, siempre hay una máxima que debemos cumplir si queremos que nuestro plato esté delicioso: verter el aliño en el momento previo a sentarnos a la mesa.

En relación a las nuevas formas de aliñar, también encontramos otro beneficio. Y es que el aceite y el vinagre no se llevan demasiado bien, por lo que una forma de que los dos ingredientes se integren mejor en la ensalada es realizar una vinagreta. Añade miel, limón o mostaza a tu vinagreta tal y como te hemos mencionado y crea nuevos sabores que mejorarán tus ensaladas y harán que aceite y ensalada no necesiten pelearse por ser los protagonistas de tu plato. ¿Te animas?