Las freidoras de aire, conocidas popularmente como airfryers, se han convertido en un electrodoméstico muy presente en los hogares por su practicidad y, sobre todo, por su promesa de cocinar con poco o nada de aceite. Pero una de las dudas más comunes entre quienes están pensando en adquirir una es: ¿cuánto consume realmente una airfryer? La respuesta, como suele ocurrir con los electrodomésticos, depende de varios factores: el modelo, la potencia, el tiempo de uso y los hábitos de cada usuario. En general, una airfryer tiene una potencia que oscila entre los 800 y los 2.000 vatios (W), dependiendo del tamaño y la marca. Las más pequeñas, pensadas para una o dos personas, suelen situarse en torno a los 1.000 W, mientras que los modelos familiares, capaces de cocinar raciones más grandes o varios alimentos a la vez, pueden superar fácilmente los 1.500 o incluso los 2.000 W.

Cuánto consume una airfryer

Para hacernos una idea más concreta, si usamos una airfryer de 1.500 W durante 30 minutos al día, estaríamos consumiendo aproximadamente 0,75 kilovatios hora (kWh). Si el precio del kWh en nuestra factura eléctrica está, por ejemplo, en 0,20 euros, eso significa que el coste por uso diario rondaría los 0,15 euros, es decir, unos 4,50 euros al mes si la usamos todos los días durante media hora.

Air Fryer / Foto: Freepik
Air Fryer / Foto: Freepik

Ahora bien, una de las ventajas de este aparato es que suele reducir el tiempo de cocción en comparación con un horno convencional, ya que calienta rápidamente y distribuye el calor de manera más eficiente. Esto significa que, aunque la potencia sea elevada, el tiempo total de uso suele ser bastante corto, lo que puede traducirse en un consumo energético más bajo que otros métodos de cocción.

Una de las ventajas de este aparato es que suele reducir el tiempo de cocción

Además, hay que tener en cuenta que una airfryer sustituye a varios electrodomésticos, como el horno, la sartén o incluso el microondas en algunas ocasiones, por lo que el consumo global de energía en casa no necesariamente aumenta, sino que puede redistribuirse de forma más eficiente.

Air Fryer / Foto: Unsplash
Air Fryer / Foto: Unsplash

Aunque las airfryers no son electrodomésticos de bajo consumo si se comparan con otros más pequeños, su eficiencia, rapidez y versatilidad hacen que su impacto en la factura eléctrica no sea especialmente alto. Como con cualquier otro aparato, el consumo dependerá del uso que se le dé, pero en términos generales, se puede decir que una airfryer bien utilizada no debería suponer un gran gasto energético. Y si además ayuda a cocinar más sano y rápido, muchos usuarios consideran que vale la pena.

Este artículo ha sido elaborado con la ayuda de ChatGPT y supervisado por un periodista de Elnacional.cat.