El caldo, ya sea de pollo o de verduras, es una receta que pide hacer grandes cantidades. En parte porque se hace solo, no es muy laborioso, pero también porque los ingredientes son económicos y es posible comprar grandes cantidades. También porque el caldo es uno de los productos más versátiles que podemos encontrar, ya que además de las clásicas sopas que te solucionan un primer plato o una cena, también son ideales para enriquecer un guiso o incluso pasar de un arroz sencillo a un súper arroz.
Así, no es de extrañar que la inmensa mayoría de personas, cuando se plantean hacer caldo, lo haga a lo grande, en la sopera con mayor capacidad y con la idea de guardar. Pero ¿cuánto tiempo puedo guardar un caldo cocinado?
La respuesta: solo y con compañía
La solución a esta gran pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez la tiene Júlia Farré. La nutricionista catalana colgó un post en su cuenta de Instagram para dar respuesta a la duda más común y, de paso, evitar más problemas digestivos a los más despistados.
Un caldo casero puede aguantar en perfectas condiciones 4 días en la nevera. Lo más recomendable es conservarlo en un bote o táper de cristal para evitar que se contamine de los sabores que aporta el plástico. Además, en este tipo de recipientes es más seguro echarlo si está caliente e incluso calentarlo directamente, algo nada recomendable con el plástico. Por otro lado, asegúrate de que se cierra bien para evitar que se contamine con los alimentos crudos o con otros olores.
Los 4 días que nos recomienda la nutricionista son válidos para caldos que hemos colado y no tienen más ingredientes. Y es que, cuando ya hablamos de sopa las cifras cambian un poco. Por ejemplo, si guardamos el caldo con pasta (fideos, por ejemplo) el tiempo es menor. Y no porque ponga en riesgo nuestra salud, más bien por la textura que adquiere la pasta tras muchas horas en contacto con el caldo. También se reduce el tiempo cuando lleva pescado, aunque solo sea un poco de carne que se ha quedado tras hervir unas espinas. Por el contrario, el tiempo no se reduce si hablamos de verduras, aunque el sabor sí puede apreciarse algo más intenso.
¿Necesitas más tiempo?
Si cuatro días no es suficiente y lo que quieres es tenerlo siempre listo sin mirar el calendario, la mejor opción es congelarlo. Así podrás contar con ese caldo casero hasta cinco meses después de prepararlo. Al igual que para conservarlo en la nevera, para el congelador también son recomendables los recipientes de cristal. Aunque siempre debes tener la precaución de no llenarlos del todo, ya que el líquido al congelarse aumenta su volumen.
Otro consejo útil es congelarlo en raciones pequeñas, para que siempre puedas disponer de la cantidad exacta que necesitas y no desaprovechar ni una sola gota de ese manjar que tanto gusta a toda la familia.