Si quieres saber cómo está el medio ambiente en estos últimos días, mira los peces. Sobre todo el salmón. "Nuestros mayores ataques al medio ambiente son visibles en el salmón", revela Mark Kurlansky en su estudio Salmon: A Fish, the Earth and the History of Their Common Fate. Después de décadas de abuso del medio ambiente, las poblaciones de salmón en muchos lugares, especialmente en el Atlántico, se encuentran en una situación terrible. Algunas zonas del Pacífico también han desaparecido y la mayoría de las poblaciones se reducen mucho. El salmón de cría ahora supera a los salvajes. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
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Kurlansky desarrolla un largo viaje histórico a comunidades de la mitad norte del mundo, en cualquier sitio donde se pueda encontrar salmón, para entender cómo el pez pasó de omnipresente a la situación de alarma. A lo largo del camino, describe el papel del salmón en las comunidades indígenas históricas y contemporáneas, la marcha destructiva de la industrialización, el complicado papel de los criadores y la amenaza creciente del cambio climático.
Hay una variedad deslumbrante de cosas que están causando el problema, incluidas las malas prácticas agrícolas, los pesticidas, la deforestación, la presa de ríos y el cambio climático. Hay muchos lugares, la mayoría del Atlántico Norte, donde no hay más pesca comercial de salmón atlántico. Y, sin embargo, las reservas siguen disminuyendo. Una de las razones de eso es que los salmones nacen en los ríos y consiguen un cierto tamaño y salen al mar. Ganan el 95% de su tamaño cuando están en el mar comiendo vorazmente.
Las malas prácticas agrícolas, los pesticidas, la deforestación, la presa de ríos y el cambio climático son algunas de las razones
"Los salmones que van al mar no vuelven al mismo ritmo que antes", sentencia el autor, que ha recibido informaciones de la gente de todo el Atlántico Norte, Nueva Inglaterra, Escocia y Noruega, explicando este peligroso hecho. Cuando los científicos miran eso, descubren que el océano está perdiendo su capacidad de carga: su capacidad para alimentar los animales que viven en el océano. "Si los océanos no pueden alimentar los peces, estamos realmente hundidos. Y eso se debe al cambio climático", concluye Kurlansky en el informe.
¿Cómo solucionar el problema?
Los expertos han descubierto que es posible que el salmón no sea tan rico en nutrientes como se creía y señalan el pescado que hay que comer para garantizar una salud óptima. Un estudio publicado en Nature Food por investigadores de la Universidad de Cambridge, la Universidad de Lancaster, la Universidad de Stirling y la Universidad de Aberdeen ha descubierto que la producción de salmón de piscifactoría provoca una pérdida de seis de sus nueve nutrientes originales: calcio, yodo, hierro, omega-3, vitamina B12 y vitamina A. En realidad, lo que tendríamos que escoger son los peces salvajes con los que se alimenta el salmón, como la caballa, las anchoas y el arenque. Estos pescados contienen nutrientes muy beneficiosos para la salud humana, incluidos calcio, omega-3 y B12.