El truco japonés para asar castañas es una técnica poco conocida que te sorprenderá por su simplicidad y eficacia. Este método, que se basa en el uso de una sartén grande con agujeros y pequeñas piedras calientes, logra una cocción rápida y uniforme, dándole a las castañas una textura y sabor exquisitos. Si eres amante de las castañas asadas y buscas una manera nueva de prepararlas, este truco japonés podría cambiar tu forma de cocinarlas para siempre.

El truco japonés para asar castañas

Para comenzar, necesitas una sartén grande con agujeros en la base, similar a las utilizadas para asar castañas tradicionalmente en Europa. Sin embargo, aquí entra el toque especial: en lugar de poner directamente las castañas en la sartén, primero se coloca una capa de pequeñas piedras en el fondo de la sartén. Estas piedras deben ser lo suficientemente pequeñas como para moverse fácilmente al revolver, pero lo bastante grandes como para no pasar a través de los agujeros. La idea es que, al calentarlas, las piedras actúen como un elemento conductor del calor que permitirá una cocción uniforme.

Un truco que llega desde Japón / Foto: Unsplash

El primer paso es calentar la sartén con las piedras en el fuego durante unos minutos. Esto permite que las piedras absorban y retengan el calor, lo que es fundamental para la cocción. Una vez que están bien calientes, se introducen las castañas en la sartén, sobre las piedras. Es importante que las castañas estén en contacto directo con las piedras para aprovechar el calor y conseguir el efecto de asado.

Este truco permite que el calor se distribuya de manera uniforme gracias a las piedras, acelerando el proceso

A diferencia de otros métodos, donde las castañas se cocinan de forma más lenta, este truco permite que el calor se distribuya de manera uniforme gracias a las piedras, acelerando el proceso. De hecho, esta técnica hace que las castañas se cocinen en mucho menos tiempo, manteniendo su jugosidad y potenciando su sabor. Las piedras calientes transmiten el calor de manera constante, lo que evita que las castañas se quemen o queden crudas en algunas partes.

Castañas, un clásico de los meses fríos / Foto: Unsplash

Una vez que las castañas estén en la sartén, es importante revolverlas constantemente para que el calor se distribuya de manera uniforme. Con este movimiento, las piedras y las castañas se mezclan, logrando que cada una de ellas se ase de manera perfecta. En cuestión de minutos, el aroma a castañas asadas llenará tu cocina, y el resultado final será un manjar de castañas tiernas y bien cocidas, con un toque tostado que potencia su sabor.

En definitiva, el truco japonés de asar castañas con piedras calientes en una sartén con agujeros es una técnica que, aunque simple, transforma por completo la experiencia de disfrutar este fruto tan popular. No solo es rápido, sino que también permite un control preciso sobre la cocción, asegurando que cada castaña esté perfectamente asada.