Reconozco que me ha pasado. Y más de una vez, de hecho. Hablo de aquella conversación o discusión amistosa con el grupo de colegas cuando vas a hacer una cerveza y pides para compartir patatas bravas o patatas fritas. Y llega el momento crítico: ¿la salsa por encima o mejor a un lado? Hay partidarios de todo. Pues bien, este domingo las protagonistas gastronómicas en el panorama internacional son las patatas fritas, ya que el 20 de agosto de cada año se celebra el Día Mundial de las Patatas Fritas.
Día Mundial de las Patatas Fritas: la controversia de la salsa
Hay muchos platos que dan pereza. Eso no quiere decir que estén malos, sino que su larga elaboración o la contundencia sean características que empujen hacia atrás a la hora de decidir comida un plato. En el caso de las patatas fritas no es así. Precisamente, todo el contrario. Las patatas fritas siempre apetecen, es un acompañante ideal. No obviaremos sus calorías y el componente poco saludable, pero sí que es cierto que las patatas fritas las puedes ver en todas partes. Como condimento de una ensalada de pasta, de una hamburguesa, un plato de carne, pescado... o como picoteo en general.
5 tipos de patatas fritas
Patatas fritas extragruesas
Tal como el nombre dice, las patatas fritas extragruesas tienen un grosor muy diferente del de otro tipo de patatas. Sin embargo, no te preocupes, ya que son igual de fáciles de comer a causa de que no son duras, más bien son crujientes y eso hace que sean altamente satisfactorias. Son perfectos para acompañarlas con una buena salsa o como base para acompañar unos mejillones. Las opciones son ilimitadas, si así lo piensas. La mejor de estas patatas es su textura, pero también la solidez que tienen. Entre sus ingredientes podemos encontrar patatas, aceite de girasol, aceite de oliva y sal, por lo cual son unas patatas elaboradas de forma natural y sin la utilización de sabores artificiales ni colorantes de ninguna clase, lo cual les hace ser muy saludables en todos los sentidos.
Patatas fritas rústicas
Continuamos esta lista con uno de los tipos de patata frita más deliciosos que existen: las patatas fritas rústicas. Estas patatas tienen forma de media luna y se caracterizan por su gran sabor, ya que suelen estar bastante condimentadas con aceite, ajo, sal, pimienta, paprika, curri o perejil. En fin, las opciones son infinitas, pero su sabor es sencillamente inigualable. Y si las acompañas con una salsa del ajo o el queso, mejor.
Patatas fritas francesas
¿Realmente las patatas fritas a la francesa vienen de Francia? Pues bien, la respuesta es que no. A pesar de su nombre, los orígenes de las French fries se remontan a Bélgica, donde los historiadores afirman que las patatas ya se freían a finales del siglo XVII, por vecinos pobres que se veían obligados a reemplazar el pescado frito por otros alimentos durante los meses de invierno, cuando el río estaba congelado. No obstante, sea cual sea su origen, las patatas fritas a la francesa están buenísimas. Para prepararlas, sencillamente pelamos y cortamos la patata en rectángulos un poco alargados, después las secamos con una toalla o papel de cocina, la pasamos por dos tandas de fritura porque se hinchan un poco y voilà, a disfrutar.
Patatas fritas belgas
La preparación de unas buenas patatas fritas belgas tienen su truco. Para empezar, tenemos que utilizar una patata tipo Bintje, como tipo harinoso. Después de lavarlas y secarlas, las tenemos que cortar a lo largo con 1 cm de grosor aproximadamente. A continuación, se fríen a 160 °C, hasta que empiecen a flotar y después de esperar un minuto se sacan y se dejan descansar entre 5-10 minutos para volver a freírlas una segunda vez con la temperatura del aceite a 180 °C.
Patatas fritas paja
Las patatas fritas paja se caracterizan por tener una medida|tamaño muy pequeña a comparación de las patatas fritas que todos conocemos. Para preparar unas necesitaremos la ayuda de un rallador o cortador|cortadora de mandolina. Para freírlas, el aceite tiene que estar bien caliente para que se doren y estén crujientes.